Muguruza supera el dolor y sobrevive ante Marina Erakovic

Garbiñe Muguruza se marchó de la Margaret Court con una victoria, 7-5 y 6-4 sobre Marina Erakovic en 1h:37, pero no con una sonrisa. Un pinchazo en el aductor derecho, el mismo problema que le hizo retirarse once días atrás de la semifinal de Brisbane, la tuvo contra las cuerdas en su estreno en el Abierto de Australia.

En la segunda pista del Melbourne Park dio la impresión de que las piernas de Garbiñe, que precisamente había realizado la pretemporada centrada en mejorar la movilidad lateral, no funcionaban ante la número 140 del mundo. Se confirmó cuando, tras adjudicarse el primer set segura al saque (93% de puntos ganados con primeros y 56% con segundos) pidió la asistencia del fisio, un tiempo médico, se fue al vestuario y regresó con el muslo derecho vendado. Alarma.

La merma física se confirmó cuando la número nueve del mundo cedió casi sin oposición los tres primeros juegos de la segunda manga. Sus pasos sobre la pista eran inseguros, frágiles. Tanto, que se vio en la tesitura de salvar tres bolas para 1-5 de Erakovic, nacida en Split pero que juega bajo bandera de Nueva Zelanda.

Y cuando se vio muerta, Muguruza resucitó. Con la cara pálida, supo templar los nervios e imponer la enorme diferencia de su tenis. Encadenó cinco juegos y consiguió salvar el primer día firmando el 6-4. Vio cerca el abismo y supo sortearlo. Pero queda la duda de qué ocurrirá si el aductor le sigue dando problemas. La respuesta, el miércoles frente a Samantha Crawford (142º). La victoria, y la derrota de Simona Halep (4º) frente a Shelby Rogers (6-3 y 6-1), que iba por su lado del cuadro de la española, fueron las buenas noticias para Garbiñe. Pero el dolor en el primer partido no augura un camino fácil en un torneo larguísimo.

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