-Rafa Nadal.
El ahora número 9 del mundo afronta una temporada crucial con 30 años. «En tres meses sabré dónde estoy», advierte. Es decir, si será competitivo para poder volver a disputar el título en un Grand Slam. El último, de los catorce que tiene, lo ganó en Roland Garros 2014. Tras dos meses y medio de parón para recuperar del todo su muñeca izquierda, firmó la victoria en el torneo no oficial de Abu Dhabi (triunfos sobre Berdych, Raonic y Goffin) y derrota en cuartos en Brisbane (Raonic). Dejó la sensación de tener chispa en las piernas y haber afilado su drive. Carlos Moyá ya trabaja con él en Australia. Un cambio de riesgo controlado en lo relativo al entorno (son, ante todo, amigos) pero destinado a conseguir más agresividad en pista.
-Roger Federer.
Varias veces enterrado y varias resucitado. El suizo, con 35 años ya, intenta alargar una carrera tras un año prácticamente en blanco con sólo siete torneos y ningún título. Pero en Australia (donde se lesionó y después pasó por el quirófano para arreglar un menisco) y Wimbledon consiguió llegar hasta semifinales. Pero la rodilla no funcionaba bien y decidió parar. Su ránking (17º) es el más bajo desde 2001. Eso le podría hacer medirse ya con uno de los favoritos en tercera ronda. «No tiene importancia, porque estoy jugando tan bien que da igual a quién me enfrente», dijo optimista a la CNN. En la Copa Hopman, ganó a Evans y Gasquet pero perdió con Alexander Zverev (19 años).
-Lucha en la cumbre. Murray vs. Djokovic.
Andy Murray y Novak Djokovic podrían convertir la temporada en un mano a mano. El británico, otra vez con Ivan Lendl, por fin fue sólido y eso le llevó al número uno en 2016. Ahora aventaja en 780 puntos al serbio en el ránking, que defiende título. Nole rompió con Boris Becker, que le acusó de dispersarse, y el ‘asesor espiritual’ español Pepe Imaz ha ganado peso en su equipo. ¿Demasiada paz en la vida de un guerrero? Ya se han medido, en la espectacular final de Doha, donde Murray levantó tres bolas de partido… pero cayó.
-Garbiñe Muguruza.
Su ascenso al cielo en junio pasado en Roland Garros, donde ganó con 22 años a Serena, auguraba que podría tomar el mando del tenis pronto. Pero acabó séptima el año sobre una montaña rusa de irrregularidad y nervios. Su objetivo en 2017, adquirir solidez y tranquilidad en pista. Tenis le sobra. «Ni soy tan increíble ahora ni todo puede ser tan negativo cuando pierdo. Estoy en edad de crecer», advierte. Tras una pretemporada en California con Sam Sumyk, retirada en semifinales de Brisbane con sobrecarga en aductor derecho tras tres partidos-maratón (7h:32).
-Angelique Kerber.
¿Será una número uno duradera y sólida? La alemana, currante y alejada un tanto del glamour que fomenta la WTA lo que le hace ser menos mediática, está en sazón con 27 años. En Australia ganó en 2016 su primer Grand Slam y el título en Nueva York la aupó al número uno. Por detrás, Radwanska, Halep, una Pliskova al alza, la maestra Cibulkova o Muguruza morderán.
-Serena Williams.
Es la gran incógnita. Cuando ha estado bien, ha dominado sin oposición. Con 35 años y recién comprometida con Alexis Ohaniam, propietario de la red social Reddit, parece haber perdido hambre y el físico ya no perdona. Pero ganó Wimbledon y disputó las finales de Australia y Roland Garros en 2016. Cortó el año tras el US Open por problemas en un hombro y la semana pasada en Auckland tuvo una reaparición desastrosa: con 88 errores no forzados perdió en su segundo partido con la modesta Madison Brengle. Tiene 22 Grand Slams. La que más en la era Open junto a Steffi Graf y cerca del récord absoluto de Margaret Court (24). ¿Tiene fuelle y ganas para más?
-Nick Kyrgios.
La nueva gran esperanza ‘aussie’ tiene 21 años y tanto tenis como, según ha demostrado, poca cabeza. Después de múltiples escándalos y dejarse ganar un partido en Shanghai, la ATP le suspendió y le obligó a pasar por un psicólogo deportivo. Viene de ganar a Rafa Nadal en una exhibición, con el novedoso formato Fast4, y este le señaló como futuro ganador de Grand Slam. Si los cables no se le cruzan, puede ser el gran tapado con la grada de su lado.
-NextGen.
La ATP, preocupada por el relevo, no hace mas que promocionar a la bautizada como NextGen. Jugadores entre los 18 y los 20 años llamados a mandar. Destaca entre todos el alemán de origen ruso Alexander Zverev, de 1,98 m. y ya 24º del ránking. Junto a él (falta la criba de la previa), Borna Coric, Karen Khachanov, Taylor Fritz, Andrey Rublev… apuntan alto. Pero antes de ellos ya están muy arriba Milos Raonic (26 años, 3º) y Dominic Thiem (23 y 8º).
-Roberto Bautista.
En silencio, el castellonense es ya es el segundo jugador español. De explosión tardía, ha relevado como segundo espada a David Ferrer (¿resucitará este con 34 años, desde el puesto 21º cuando desde 2010 no bajaba del 10 y había ganado al menos un título al año?). El techo de Bautista en un grande son los octavos, que ya ha pisado en seis ocasiones. Viene de ganar en Chennai, se le da muy bien la pista rápida y no se achanta ante jugadores de más ránking (es 13º). Hay que vigilarlo.