Sabemos que serán más anchos y que, por ello, permitirán un mejor agarre, mayor velocidad en el paso por curva y menor degradación porque el calor se repartirá mejor por su superficie, pero el rendimiento que permitirán alcanzar los neumáticos Pirelli en los monoplazas de 2017 todavía es una incógnita. A partir del 27 de febrero en Barcelona empezarán a dejar de serlo, pero lo que sí se puede confirmar ya es que los italianos van a ser más agresivos a la hora de escoger qué compuestos llevan a los grandes premios.
Esa es la tendencia que se puede apreciar si comparamos las elecciones que ya han hecho para las cuatro primeras carreras de la temporada con respecto a las del año pasado. Antes de que acabara 2016 anunciaron los de Australia y China, y ahora hacen lo propio con los de Bahrein y Rusia. Para las citas asiáticas las ruedas seleccionadas son el medio, el blando y el superblando, mientras que para la primera y la cuarta han optado por la gama más blanda de la que disponen: blando, superblando y ultrablando.
Esto supone un paso más agresivo en su elección que la que tuvieron la pasada temporada. En 2016, para las cuatro carreras que iniciaron el Mundial (las mismas pero con Shakir antes que Shanghai), llevaron medio, blando y superblando, mientras que para el que comenzará en 71 días arriesgan más en los circuitos semiurbanos como Albert Park y Sochi. Blando, superblando y ultrablando solo coincidieron en cinco carreras de 2016: Mónaco, Canadá, Austria, Singapur y Abu Dhabi. 2017, año de cambios también en Pirelli. En todos los sentidos.