Parece que fue ayer cuando Rosberg, aún engarrotado por los nervios, cruzó la meta en Abu Dhabi para conquistar su primer y único título y dar por acabada la temporada, y ya hemos dado la vuelta al calendario para entrar en 2017. En poco más de un mes los nuevos coches se pondrán en marcha en Barcelona (27 de febrero) y tendremos las primeras sensaciones de un año lleno de incógnitas provocadas por el reglamento. Para hacernos una idea de cómo será esta nueva Fórmula 1 repasaremos todas sus claves, y empezamos por la aerodinámica.
El comportamiento de los monoplazas frente al flujo de aire que recorre sus curvas volverá a adquirir mayor importancia y pasará a ser uno de los aspectos claves para conseguir que la F1 sea mucho más rápida. Las partes que condicionan este elemento (alerón delantero y trasero, fondo plano, difusor y chasis) aumentarán sus proporciones, siendo especialmente signifcativa la modificación que sufrirá el ala posterior, que será más horizontal que vertical. Y, como resultado, también se verá incrementado el peso total del coche en unos 20 kg.
Este énfasis en un apartado que había pasado más desapercibido con el salto a la era de motores híbridos permitirá a los genios del diseño exprimir sus mentes para dar la mejor forma a sus obras, algo que se le da especialmente bien a Adrian Newey y por eso hay tanta expectación con el rendimiento de Red Bull. «A principio de la temporada el aumento de carga aerodinámica será de un 20-25%, pero al final será incluso más, supongo que de 30-35%. Es el mayor salto que he presenciado», asegura Andy Green, el director técnico de Force India.
Con este impulso a la aerodinámica se persigue la reducción del tiempo por vuelta, gracias a un mayor paso por curva, y más espectacularidad en la pista. Sin embargo, hay quienes creen que producirá el efecto contrario porque será más difícil adelantar, como Hamilton: «Necesitamos más agarre mecánico y menos estela para que podamos seguirnos de cerca. Dadnos cinco segundos más de carga aerodinámica y todo será igual sólo que cinco segundos más rápido». El asfalto dictará si abrir la mano a la aerodinámica es el camino correcto.