Malas noticias para Garbiñe Muguruza en Brisbane. La hispano-venezolana, que en su primer torneo del año se encontraba en semifinales, tuvo que retirarse de su duelo ante la francesa Alize Cornet cuando disputaba el primer set. Las primeras informaciones apuntaban a una lesión muscular, molestias en el muslo derecho, que le hicieron tirar la toalla cuando caía 1-4 en la primera manga.
Unos problemas que llegan en un torneo donde estaba mostrando un gran tenis, pero que le había exigido al máximo. El camino hasta las semifinales de este viernes había sido muy duro. Debutó ante Stosur en un choque que se fue a los tres sets y 2 horas y 45 minutos de duración (7-5, 6-7 y 7-5). Pero en octavos, ante la rusa Kasatkina, no fue diferente. La española salía victoriosa después de otra ‘maratón’ de tres horas (7-5, 3-6 y 7-6). En cuartos, ante Kuznetsova (9ª raqueta de la WTA), lograba la victoria en casi dos horas (1:49) 7-5 y 6-4.
Una trayectoria que parece haber pesado a Garbiñe, cuyo cuerpo le dijo basta en las semifinales ante Cornet de un torneo que ya había visto caer a las dos primeras cabezas de serie: Kerber (número uno mundial) y Cibulkova. Y, con el Open de Australia a la vuelta de la esquina (16 de enero), la jugadora ha preferido no seguir forzando. Tras su último triunfo, ya había reconocido que se sentía “algo cansada”, pero que el desgaste lo suplía con motivación.