A pesar de su juventud, Max Vertappen, fue una de las sensaciones de la temporada pasada. Pero él vive ausente a los comentarios que despierta. «Si hubiera tenido un buen coche, estoy seguro de que habría ganado carreras. En estas dos temporadas he aprendido mucho: de los accidentes, de los errores, las malas paradas en boxes y cosas por el estilo. Pero si estás en un coche superior, muchas de esas cosas se van y competir es más fácil. Te encuentras en menos situaciones problemáticas. Mejoré mucho a la hora de saber cómo encarar el fin de semana, sobre todo a la hora de trabajar y ajustar el monoplaza. Hay muchos aspectos que pueden cambiar las cosas. No me gustan mucho los temas exteriores a la competición y los considero distracciones. Me centro principalmente en el coche y en correr», dice el diario holandés De Telegraaf.
Verstappen fue compañero de Carlos Sainz durante su época en Toro Rosso. Ambos vivieron una dura competencia por ser el elegido para pilotar para Red Bull, algo que hizo que su relación se deteriorara. Ahora, Max corre junto a Daniel Ricciardo y el holandés parece agradecer el cambio: «Cuando ves a Daniel, siempre sonríe y hace reír a todo el mundo. Creo que puedo hacer lo mismo. Para un equipo es importante tener a dos pilotos que son abiertos y comparten toda la información. Creo que claramente se puede ver que mi relación con Sainz no era tan buena, pero la situación era diferente. En Toro Rosso, Carlos y yo sabíamos que sólo había un asiento libre en Red Bull, pues Daniel siempre rendía bien».
«Estoy absolutamente preparado para luchar por el campeonato. Siempre es difícil predecir ya que no sabes lo que está pasando en otros equipos, pero espero que podamos dar el siguiente paso y estar con los mejores«, finaliza Verstappen.