Rafa Nadal estaba contento tras su victoria ante Dolgopolov en su primer partido del año. El balear fue capaz de derrotar al ucraniano por un doble 6-3. Un rival complicado debido a un juego agresivo, como el propio Nadal explicó: “Es difícil jugar contra Dolgopolov, tiene un juego un poco kamikaze, muy agresivo en todos sus golpes. Es difícil hilar una jugada porque se juega ganadores, una bomba aquí y otra allí. He intentado hacer lo que he podido, dentro de una línea bastante estable. Siento que he jugado un partido sólido”.
El español estaba contento. Más cuando aún sufre los efectos del jet-lag: “Teniendo en cuenta el cambio horario, que casi no he tenido tiempo para adaptarme. A las dos de la tarde estaba en la cama. Me he levantado, he intentado desayunar, pero me he vuelto a la cama porque estaba destrozado. Al mediodía me he levantado de nuevo, he comido algo y he intentado activarme para llegar bien preparado al partido”.
Sobre su próximo rival, Mischa Zverev, Nadal advirtió de lo complicado del duelo: «Va a ser importante estar concentrado con mi saque y sobre todo ser también agresivo para contrarrestar su juego. No puedo dejar que juegue cómodo. Voy a tener problemas si sube a la red con frecuencia. Tengo que cambiar las direcciones y seguir con el nivel de hoy. El próximo partido va a ser otra prueba».