SANTO DOMINGO. En los últimos cinco años se ha marcado un incremento del flujo de pasajeros en América Latina, que ha crecido en un 56% entre 2010 y 2015, es decir, a una tasa promedio anual del 11%, y se prevé que hasta el año 2034 el tráfico mantenga un crecimiento del 4.7% anual.
La información la facilitó secretario general de la Comisión Latinoamericana de Aviación Civil (CLAC), Marco Ospina, durante su reciente visita a la República Dominicana.
Ospina participó al inicio de diciembre en el acto de puesta en circulación de la versión en español del libro sobre Derecho Internacional del aire, del profesor Paul Stephen Dempsey, quien cedió sus derechos autorales al Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC) para su traducción, edición y publicación.
Pese al aumento en el flujo de pasajeros, Ospina hace notar una tendencia al decrecimiento en el transporte aéreo de carga, lo que atribuye a la reducción de la actividad económica mundial: “En lo que respecta al flujo de carga, se presenta una tendencia al decrecimiento del 1,7% en el 2015, si lo comparamos con el 4,7% registrado en 2014; esto debido a una ralentización del crecimiento económico mundial y a la disminución comercial en general”, comentó.
Para hacer notar el incremento del transporte aéreo en la región, el secretario general de la CLAC presentó algunas estadísticas. Reveló que las líneas aéreas comerciales latinoamericanas y del Caribe han generado aproximadamente 5.2 millones de empleos directos e indirectos, y que el sector ha contribuido con 167 billones de dólares al Producto Interno Bruto (PIB) regional, sirviendo a más de 370 aeropuertos.
“Se han movilizado 255.8 millones de pasajeros, se han efectuado 2,599,944 vuelos realizados por 138 líneas aéreas”, dijo Ospina reiterando lo expresado en su discurso en el acto de puesta en circulación del libro del profesor Dempsey.
Al presentar las estadísticas, el funcionario de la CLAC consideró que ese crecimiento involucra importantes retos para la región, que “implica una actualización constante de todos los elementos que forman parte del sector, es decir, los asuntos técnicos, políticos, económicos, y por supuesto jurídicos”, cerrando su valoración tras apuntar que las normas tienen que irse adaptando al avance de la tecnología.