Marcelo Ríos cumple 41: sus 5 anécdotas que dejaron huella

Marcelo Ríos dejó una huella imborrable en el tenis, especialmente por ser el primer iberoamericano en llegar al número uno del mundo.

Sin embargo, así como resaltó dentro de la cancha, el Chino también dio mucho que hablar fuera de ella, con polémicas declaraciones y hechos que causaron un gran revuelo en su momento.

No. 1 y No. 2

En marzo de 1998 Marcelo Ríos tocó el cielo tras coronarse No. 1 del mundo, luego de conquistar el título de Miami. A los pocos días viajó hasta Argentina para disputar una Copa Davis, y en la prensa trasandina sólo había una pregunta: ¿Quién era mejor, Ríos o Vilas?

La respuesta del zurdo aún causa molestia en los argentinos: «Hace rato que me vienen comparando con Guillermo Vilas y para ser sincero no lo conozco mucho. Lo único que sé es que él fue número dos y yo soy el uno del mundo».

Críticas al tenis femenino

Cuando Ríos llegó a ser el mejor del planeta ganó una tremenda notoriedad en todo el mundo. Así su particular análisis del tenis femenino generó revuelo a principio de 1998.

«Siempre he dicho que el tenis de hombres es muy duro, que no es como el de mujeres, donde ganas un partido y ya estás en cuartos de final. Ayer vi un partido entre Hingis y una chica alemana, que no recuerdo su nombre. Fue 6-0 y 6-1, y era la cuarta ronda. Es una broma. En hombres eso no sucede. El tenis de mujeres a veces da risa».

Antifrancés

La relación de Ríos con los franceses nunca fue buena. De hecho el Chino casi siempre ganó el premio ‘Limón’ por su mala actitud con la prensa en Roland Garros. Claramente al zurdo esto no le importaba nada e, incluso, consultado sobre la capital francesa dijo que «me gusta París, el único problema es que está llena de franceses».

El pasto no era lo suyo

«Aunque haya ganado algunos partidos, sigo pensando que el pasto es para las vacas. O para jugar fútbol y golf». Así respondió Ríos en 1997 sobre sus expectativas para la gira sobre pasto con los torneos de Nottingham y Wimbledon.

Desaire a la bandera chilena

Probablemente la mayor polémica de Ríos con su propio país fue en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, donde a última hora se negó a ser el abanderado de Chile en la ceremonia de inauguración.

La decisión del Chino fue en protesta por no conseguir entradas para sus familiares para dicha ceremonia, por lo que su lugar lo ocupó improvisadamente Nicolás Massú, quien cuatro años después haría historia en Atenas. Fue un tremendo bochorno en el deporte nacional.

Descalificado por insulto

Su fuerte carácter en la cancha le valió una descalificación en el torneo de Los Ángeles en 1997.

Ríos, que venía de ganar un título en Croacia, estaba disputando el certamen estadounidense cuando explotó mientras estaba en desventaja ante el japonés Motomura por un cobro del árbitro, al cual insultó. Así el Chino fue inmediatamente descalificado y recibió una fuerte multa económica.

Fuente