Serena Williams, exnúmero uno del mundo y ganadora de 22 títulos de Grand Slam, se ha sincerado en una entrevista concedida al programa The Undefeated (Los invictos) de ESPN. La tenista estadounidense considera que su color de piel y su genero han impedido que tenga un hueco entre los más grandes de siempre del deporte de la raqueta.
«Es muy difícil, porque a veces cuando las cosas son descaradamente malas, descaradamente injustas y descaradamente racistas o sexistas. Tengo que poner una sonrisa valiente y no dejar que nadie sepa cómo me siento por dentro para no darles esa satisfacción. Aunque en mi interior me esté muriendo», dijo Serena al rapero Common, conductor de la entrevista, y añadió: «Creo que si yo fuera un hombre, habría estado en esa nómina hace mucho tiempo. Hace seis, siete u ocho años, cualquier tipo de hombre, blanco o negro, no importa. Creo que ser una mujer es un conjunto de problemas en la sociedad con los que tienes que lidiar, además de ser negro, es demasiado, especialmente últimamente».
La pequeña de las Williams insiste es esa diferencia que cree que la ha perjudicado: «He podido pelear por los derechos de las mujeres porque pienso que se pierde mucho por el color, o las culturas.Las mujeres representan tanto de este mundo… Y, sí, si yo fuera un hombre, tendría un cien por cien de opciones de ser considerado el más grande de todos hace mucho tiempo. No debería tener que disculparme por decir y creer que podría ser la mejor».