Ferrari tiene un plan y un compromiso con Italia. El país que vio nacer a la escudería más importante no tiene pilotos en la Fórmula 1 desde 2011. De hecho, el último campeón transalpino fue Ascari, en 1953. En Maranello saben que para cambiar una tendencia histórica deben empezar desde la base y Sergio Marchionne, máximo responsable de Ferrari y Fiat, deslizó en la comida de Navidad de la Scuderia una idea sobre la que ya ha hablado otras veces: que Alfa Romeo se incorpore al campeonato como constructor.
«Es uno de mis objetivos, llevar a Alfa Romeo de vuelta a la Fórmula 1. Podría servir para formar a nuestros pilotos italianos jóvenes. El mejor, Giovinazzi, ya está con nosotros, pero hay más detrás de él y les está costando encontrar un sitio», dijo, incidiendo en que un filial para Ferrari abriría las puertas de la F-1 a muchos italianos.
Alfa Romeo también pertenece a Fiat y Marchionne entiende que puede cumplir con las condiciones para volver al gran circo: «Podría ocupar ese espacio, hay sitio para un regreso de Alfa Romeo, posiblemente en colaboración con Ferrari. Algo como Toro Rosso con Red Bull. Aún no, porque Alfa debe ganar dinero con las ventas del Giulia y el Stelvio (dos modelos de calle de la marca italiana)», añadió en el evento.
Por el momento no hay plazos, no son más que afirmaciones, pero ya mencionó a comienzos de año que la marca de Milán es capaz de desarrollar un chasis y un motor, de ser un fabricante a tiempo completo. Italia lo agradecería.