Llegó con su avión rojo y después cogió un helicóptero y viajó hasta las montañas de Nueva Zelanda, y allí Lewis Hamilton practicó deportes extremos, algo que por supuesto hizo público en sus redes sociales. El inglés tiene dinero, ganas y le inspira el placer, así que se lo pasa bien en la vida. ¿Algo que decir? Solo faltaba… Pero es cierto que la manera de ser, de actual y de trabajar del tricampeón del mundo no es lo que un equipo profesional de Fórmula 1 querría. Otra cosa es su talento, de eso va sobrado. Otra es su regularidad, ahí ya flojea un poco. Otra… su percepción de los coches, de desarrollar nuevos monoplazas o de transmitir a los ingenieros sus sensaciones, ahí tampoco es tan bueno como en velocidad pura.
¿Algo más? Algo más. En Mercedes temen la espantada de Hamilton. De hecho, como ya contamos hace unos días, las primeras conversaciones entre Mercedes y algún que otro piloto top se produjeron ya en Abu Dhabi antes de conocerse la renuncia de Nico Rosberg porque intentaban cubrir una eventual desaparición de Lewis del equipo.
Y esa sensación no ha terminado. “Hay rumores de que Hamilton podría decir ‘ahora seré actor’. ¿Qué harían entonces?”, llegó a decir el famoso Helmut Marko, el máximo gerifalte de la órbita Red Bull. Y esa una sensación generalizada en el paddock de la F1.
Además, y a pesar de los esfuerzos de Toto Wolff por devolver la calma a la relación con Hamilton, lo cierto es que el británico ha terminado la temporada con muchas cosas en la mochila para olvidar. “Abu Dhabi fue uno de los muchos momentos incómodos del año. Finalmente, viendo lo que se dijo después, sentí que me faltaron al respeto algunas de las personas que habían hablado. No esperas eso de los que están al mando de tanta gente». ¿Se ha solucionado la situación? «No, no se ha solucionado”, decía el británico en una entrevista en su país hace unos días.
Esta también es una de las razones por las que aún no se ha anunciado el fichaje de Bottas, porque quieren alguien capaz de sustituir a Lewis en un momento dado, alguien que sepa estar las horas necesarias en el simulador, alguien que sea del gusto de alguno de los patrocinadores, alguien con talento y velocidad, pero que pudiera estar a la sombra de Hamilton o sustituirle si fuera necesario, alguien con presente, pero también con futuro y el suficiente carisma para poder venderse en el universo de la F1. Sí, hay un madrileño por ahí que reúne algunos de esos ingredientes. Y es que lo más probable, casi al cien por cien, sigue siendo que en enero se anuncie la carambola de Bottas, Massa, Lowe, Williams… pero…