OFAC realiza emotiva fiesta de Navidad a niños

SANTO DOMINGO ESTE. Todos ya estaban en sus respectivos asientos, instalados en un espacio decorado con amor especialmente para ellos: los niños de la Casa Hogar San Francisco de Asís y la Casa Hogar Divina Providencia, quienes este año recibieron de la Oficina de Asistencia Social y Comunitaria (OFAC), un emotivo regalo: su fiesta de Navidad denominada “Una cena para los niños”.

La actividad, realizada esta vez en la Iglesia Paz y Bien en el ensanche Ozama, no podía iniciar sin lo propio: ¡La bendición del Altísimo!, a cargo del padre Frankely Rodríguez, de la parroquia San Francisco de Asís, quien tras bendecir la actividad, ofreció unas palabras de aliento a los niños.

De inmediato, el sacerdote cedió el turno al director de la OFAC, Domingo Jiménez Medina, quien agradeció la acogida y en las palabras centrales, habló de la vida de tres hombres referentes de la humanidad que vivieron para servir: Jesús, el hijo de Dios; Juan Bosch, expresidente dominicano; y Pepe Mujica, exmandatario Uruguayo.

Los niños escucharon atentos aquel discurso, en el que Jiménez les invitaba a que pese a las adversidades que se presenten en la vida, a que “hay que seguir adelante” y que lo importante en la vida, no es vivir para servirse a uno mismo ni para beneficio exclusivo: “lo importante en la vida es vivir para ayudar y ser solidario.

“Nosotros que creemos en estas cosas, cada año en diciembre organizamos un encuentro como este para compartir el pan que Dios nos provee; para verles reír y traerles la alegría; para decirles que esa alegría y ese reír debe estar siempre en sus corazones”, manifestó.

La algarabía, energía y entusiasmo se pudo sentir desde el inicio de la actividad en los rostros de los pequeños, quienes disfrutaban del canto de algunos de los niños, del espectáculo de ballet, y por supuesto… coreaban las piezas musicales infantiles alusivas a la época navideña, que no pasaba esta vez sin una fiesta, sin un regalo, y sin el cariño sincero de todos los presentes.

Y la magia se solidificó aún más, cuando Santa arribó a la tarima. Los niños no pudieron evitar pararse de sus asientos para bailar, brincar y corear las canciones del personaje más amado de Navidad.

El objetivo se había logrado: los niños estaban felices con su fiesta; con su cena de Navidad y los regalos que les hicieron sus padrinos, muchos que al oír de la causa se sumaron y aportaron. Sin duda alguna, la fiesta de Navidad organizada por OFAC cada año, en esta ocasión fue más que mágica para esos pequeños que necesitan el apoyo no solo de la sociedad, sino de organizaciones que entienden que servir a los demás es la clave de construir mejores seres humanos.

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