“Todavía no sé si voy a jugar el Open de Australia. Es arriesgado jugar y también dejarlo pasar”, decía Juan Martín del Potro al diario argentino La Nación. El de Tandil todavía está exhausto de su intensa temporada en la que tuvo la alta intensidad emocional de los Juegos Olímpicos y, sobre todo, de la final de la Copa Davis. “Estoy inscrito en varios torneos, pero mi calendario se puede desarmar en cualquier momento. Esto que me pasó supera cualquier cosa”.
Del Potro ha comenzado a entrenarse hace muy pocos días y sabe que llegaría a la cita de Melbourne con menos de un mes de competición, algo que no le da garantías. “Tal vez por jugar dos torneos luego tenga que perder más tiempo en otro momento de la temporada. Lo he hablado con mi equipo y la prioridad es que debo estar sano y fuerte físicamente. El tenis me esperó dos años, y puede hacerlo otro Open de Australia más”.
Lo que sí jugará Del Potro es el 27 y el 28 dos exhibiciones con David Ferrer en Mar del Plata. Pero la alta competición aún le da reparo: “Paremos un poco y disfrutemos lo que tanto nos costó”, sonríe el de Tandil. Sin presión.