2016 está dando sus últimos coletazos y el 2017 ya espera a la vuelta de la esquina dispuesto a traernos una nueva Fórmula 1 y un nuevo integrante de su mejor equipo. El segundo asiento de Mercedes continúa sin dueño y seguirá así hasta enero, pero las opiniones sobre qué deben hacer los alemanes no dejan de llegarles por todas partes. Y si hay una que escucharán más que otras es la del hombre que creó todo este lío: Rosberg. El campeón habla de la elección de su sustituto y desliza que él se arriesgaría por Wehrlein.
Una vez reducida la lista a dos nombres, salvo que haya sorpresa mayúscula, Nico apostaría por su compatriota antes que por Bottas, el favorito. «Obviamente, espero que encuentren a un gran piloto. En este momento parece que está entre Wehrlein y Bottas. Pascal es nuestra esperanza alemana para el futuro y Valtteri un piloto más desarrollado, así que, ciertamente, Pascal sería una elección un poco más arriesgada, pero quizás podría ser aún más exitoso», analizaba el de Wiesbaden tras recoger el premio ADAC al mejor deportista del año.
Él seguirá lo que ocurra en Mercedes y en la F1 fuera de la pista, pero puede que no muy lejos de ella. Y es que Nico quiere seguir trabajando en el mundo del motor que tanto le ha dado: «Nada es concreto ahora mismo, pero seguro que necesito un reto en mi vida y lo seguiré buscando en diferentes lugares. Todavía quiero estar involucrado en el automovilismo de alguna manera porque todavía soy un fan de nuestro deporte. Aparte de eso, ahora es tiempo de la familia». Su anterior familia en el paddock sigue decidiendo, y ya saben lo que piensa.