Liberty Media, el nuevo propietario del Mundial de Fórmula 1, valora la posibilidad de fijar un límite en los presupuestos de los equipos y así reducir los problemas financieros que sufren algunos de ellos. La empresa norteamericana controlada por el magnate John Malone planea, según ‘The Telegraph’, equilibrar así las posibilidades de las escuderías y hacer la F1 más sostenible para los equipos pequeños.
«No tiene sentido tener equipos gastando unos 400 millones de dólares, ese dinero no hace nada bueno para los aficionados, se está gastando en competir por la tecnología. No tiene lógica y crea una sociedad de dos clases en términos de lo que gastan los equipos», asegura en el medio británico una fuente de Liberty. Se pretende así evitar que se repitan casos como los de Marussia o Caterham, forzados a dejar el campeonato por las deudas.
Entre los cambios, la empresa norteamericana también espera convertir la F1 en un negocio moderno, que no se gestione por un pequeño grupo de personas en Knightsbridge, Londres, sino por una plantilla completa de ejecutivos y personal de marketing que puedan facilitar su expansión.