El 2016 de Nick Kyrgios nos deja, además de su gran rendimiento durante la temporada y alguna que otra polémica más en su haber, una faceta casi desconocida del tenista australiano: sus grandes cifras con el servicio.
Según las estadísticas de Infosys ATP, Kyrgios es el quinto tenista con mejor servicio desde que se registran estadísticas allá por el año 1991. A Kyrgios sólo le superan tenistas con fama de grandes sacadores como el croata Ivo Karlovic, el estadounidense John Isner, el canadiense Milos Raonic y el estadounidense Andy Roddick.
Kyrgios logra buenos registros en los que la ATP se basa para hacer estas estadísticas de servicio: la suma del porcentaje de primeros servicios (66,4%, cuarto en este ranking), puntos ganados con el primer servicio (76,0%), puntos ganados con el segundo servicio (55,1%), juegos ganados al servicio (88,7%, quinto del ranking) y la media de saques directos por partido (13,8, cuarto del ranking), a los que se resta la media de dobles faltas por partido (2,9). En total, el cálculo da 297,1 puntos, unas cifras impresionantes y que la ATP ha comparado con las que lograse Pete Sampras en los años 90, y sólo en 1998 registró mayor puntuación que Kyrgios (298,2).
Con una puntuación media de 290,7, Kyrgios supera en el ranking de Clasificación al Servicio a jugadores de la talla de Roger Federer (7º), el propio Pete Sampras (8º), Rafa Nadal (12º), o Novak Djokovic (15º).
La ATP también destaca la habilidad de Kyrgios para salvar puntos de break, ya que sólo le lograron romper 4 de 35 bolas posibles en los tres torneos ATP que ha ganado en 2016: Marsella, Atlanta y Tokio. Sin embargo, la ATP ha detectado en Kyrgios un pequeño punto débil: su habilidad a la hora de devolver, ya que ocupa la posición 53 del ranking en este aspecto, pero a sus 21 años aún tiene la oportunidad de mejorar en esta faceta a corto y medio plazo.