MOCA, Espaillat. Mientras el Gobierno avanza “lentamente” en la construcción de un complejo habitacional y en la reconstrucción de uno de los cinco puentes afectados en esta provincia por las lluvias del pasado mes de noviembre, damnificados demandaron agilizar el proceso de ayuda para rehacer sus vidas.
En el municipio de Moca, por lo menos 70 casas resultaron destruidas como consecuencia de los aguaceros, dejando a sus propietarios a la intemperie y sin ajuares.
La mayoría de las propiedades dañadas están ubicadas en sectores como Los López III, Isla Perdida, La Saona, Viejo Puerto Rico, La Punta y Los Pancho de este municipio.
Tres familias damnificadas del sector Los López III continúan viviendo a expensas de la caridad pública, por lo que esperan que la ayuda gubernamental llegue con la fluidez que ameritan las circunstancias.
Las familias en cuestión, un total de 15 personas entre hombres, mujeres y niños, están alojadas en un club del referido sector, el cual es muy pequeño para la cantidad de personas que lo ocupan, carece de un sistema de agua y de energía eléctrica.
Maira Rodríguez, quien reside en el albergue junto a su esposo y tres hijos, lamentó que ya tienen cerca de dos meses en ese lugar y las autoridades no les han colocado los servicios básicos como son agua, energía eléctrica, así como un baño adecuado para personas.
De su lado, Nervina Ramos, quien reside en el refugio junto a sus cuatro hijos, indicó:
“Reconocemos que las autoridades, principalmente de los Comedores Económicos, nos están dando la comida, pero la realidad es que en este club no tenemos condiciones para vivir”.
Otras personas desplazadas de esa barriada están alojadas donde familiares y amigos en casas ubicadas a orillas del río Moca, el mismo afluente que destruyó sus casas.
En el sector Viejo Puerto Rico, los afectados dijeron que decenas de personas, en su mayoría niños, se han enfermado con virus gripales y que, incluso, no reciben asistencia médica.
Pidieron a las autoridades tanto municipales como nacionales que acudan a esa barriada a realizar operativos médicos, así como de higienización para evitar un posible brote de leptospirosis u otras enfermedades contagiosas.
Los damnificados dijeron esperar que desde el Instituto Nacional de la Vivienda (INVI), agilicen los trabajos del complejo habitacional, en el cual dieron el primer picazo el pasado primero de diciembre, y aún no se aprecian avances significativos.
En esta provincia, con las precipitaciones del pasado mes de noviembre también resultaron afectados cinco puentes, de los cuales solo en uno las compañías contratista del Estado trabajan, que es el de la comunidad de San Luis. Así lo constató Diario Libre durante un recorrido.