MARRAKESH, Marruecos.- El ministro de Industria y Comercio, ingeniero Temístocles Montás, afirmó este miércoles aquí que hay evidentes signos de preocupación en todo el mundo por los anuncios recientes de restringir la movilidad de los factores clave de la globalización y las amenazas de repatriaciones masivas de migrantes indocumentados, lo que tendría un gran impacto en las economías nacionales.
Al participar como panelista acerca del tema “Globalización en movimiento: tendencias económicas y consecuencias regionales”, como parte de las actividades del Foro Diálogos del Atlántico cuyo tema central este año fue “Cambiando el mapa mental: estrategia para una transición atlantica”, Montás dijo que en el caso de restringuir las remesas, esa acción tendría en Latinoamérica “impactos negativos para los flujos de éstas y las economías nacionales”.
“Vemos con preocupación los anuncios recientes de acciones que coartan la libre movilidad de los factores globalmente y sus efectos negativos en la actividad económica de la región. En el caso particular de las remesas familiares de divisas, la amenaza de deportaciones masivas de ilegales, así como la imposición de restricciones a la transferencia de remesas a los países de destino, tendría impactos negativos para los flujos de éstas y las economías nacionales”, expresó Montás ante un auditorio en el que estaba presente el expresidente de Argentina, Eduardo Duhalde.
Para destacar la importancia de las remesas, el Ministro citó que en el año 2015, “las remesas a Latinoamérica y el Caribe alcanzaron US$68,300 millones, para un crecimiento de 5.8% con respecto al 2014”.
Agregó que las remesas familiares de varios países de la región representan más del 10% de su PIB, como son los casos de Haití (22.7%), Honduras (17.4%), El Salvador (16.8%) y Jamaica (16.3%), por lo que “las prácticas restrictivas a estos flujos afectarían adversamente los resultados de cuenta corriente, saldos comerciales de la balanza de pagos y la capacidad de consumo de las poblaciones más desposeídas, que es la clase social más beneficiada de esta actividad”.
Otro factor preocupante es el anuncio de medidas destinadas a castigar con tributos marginales altos a los productos de empresas que operen fuera del territorio norteamericano y premiar con reducciones de impuestos a las corporaciones que repatrien sus operaciones, lo que a juicio de Montás “tendrían efectos nocivos en los niveles de empleo de la economía regional, la balanza comercial y la transferencia de tecnología”.
“ Sin lugar a dudas lo que uno se plantea ahora es en un contexto de un discurso proteccionista, en medio de un discurso que plantea que va a poner impuestos a las remesas que reciben nuestros países de los miles y miles de personas que residen en los Estados Unidos, en un contexto donde se está diciendo que se le impondrá un arancel de un 35% a los productos que se exportan desde México , es hacia dónde vamos con ese discurso, se preguntó el ministro Montás con evidentes muestras de preocupación.
Montás, quien arribó el martes a esta ciudad del centro de Marruecos donde fue recibido por el embajador dominicano Francisco Caraballo, participó en el panel junto a Obiageli Katyryn Ezekwell, co-fundadora de Transparencia Internaciomal; Christian Leffler, Secretario General de Europa Exterior Service y Adan Posen, del Instituto Patterson de Economía Internacional, informó la Dirección de Comunicaciones del MIC.El evento se clausura este jueves en el centenario hotel Mamounia, donde se alojan los partiocipantes.
Montás reconoció que en los Estados Unidos existe la percepción de que la globalización ha sido la causante de la desigualdad social que se ha generado en estos últimos años en ese país, pero aclaró que ese no ha sido, por ejemplo, el caso de su país, República Dominicana.
“Si lo vemos desde la optica de mi país, en la República Dominicana la globalización ha sido beneficiosa, mi país ha crecido de manera importante a lo largo de los últimos 25 años, hemos pasado de ser un país de ingreso neto, a un país de ingreso neto alto. En termino social nosotros pasamos de ser un país de desarrollo humano medio a ser un país de desarrollo humano alto y eso ha sido en el proceso de globalización, mi país expandió también sus exportaciones”, comentó
Durante el panel moderado por Richard Lui, de la cadena televisiva MSNBC, de Estados Unidos, Montás recordó que la inversión extranjera directa en los parques industriales en Latinoamérica genera más de 900,000 puestos de trabajo en operaciones de manufactura, fabricación y maquilas que emplean mano de obra semi-calificada y calificada.
“Restricciones e incentivos al continuo desarrollo de las zonas francas industriales o incentivos a detener esta actividad, afectarían los niveles de salario real de la región, creando una mayor desigualdad de rentas entre los países”, advirtió Montás.
En su exposición, el titular del Ministerio de Industria y Comercio describió un escenario probable en el que Latinoamérica tuviera que enfrentar vientos de anti-globalización que pudiesen desestabilizar las economías, y para ello recomendó un conjunto de medidas destinadas a contrarrestarlas, que incluyen “implementar políticas económicas y sociales responsables que promuevan el crecimiento y la estabilidad política en los países y la región”.
Igualmente, promover la integración económica, los principios de regionalismo abierto y cooperación sur-sur a todos los niveles dentro y fuera de la región, así como convertirse en los defensores del orden económico liberal en la arena internacional, en especial sus principios e instituciones.
Montás además considera que se deben defender “los derechos de los inmigrantes en occidente, suministrando el apoyo que requieren estas poblaciones”, y proteger las remesas de las inmigrantes, como componente esencial de los principios de libertad económica.
Llama, también, a “construir alianzas horizontales con las fuerzas progresistas de las democracias occidentales que defienden la apertura económica y los valores liberales, incluyendo –pero no limitado a- la protección de inmigrantes y minorías; tolerancia social, intelectual y de diversidad política, la contribución de técnicas científicas para el diseño de políticas racionales y la arquitectura global de gobernanza y cooperación internacional de post-guerra”.
Finalmente, considera importante que Latinoamérica pueda jugar un rol proactivo en bloque las organizaciones internacionales en defensa de nuestros intereses.
Al defender la justeza de la globalización, Montás recordó que sus esencias son el aumento de los flujos transfronterizos de bienes, servicios, dinero, personas, información y cultura, lo que se ha intensificado a lo largo de los últimos 35 años produciendo importantes cambios en el escenario internacional.
Entre esos cambios, el Ministro citó que el incremento de la apertura impulsó la importancia relativa del comercio internacional en la economía mundial, pasando de un 31% del PIB mundial en 1990 a un 51.9% en el 2008, pero cayendo a 45% en 2015.
Uno de los ejemplos expuestos por Montás fue el caso de la economía de Estados Unidos, que en 1990 era 15 veces mayor que la economía de China a precios corrientes y 5.34 veces mayor en Paridad de Poder de Compra, “sin embargo, en 2015, el tamaño de la economía norteamericana solo superaba a la China 1.61 a precios corrientes pero en Paridad de Poder de Compra, la economía china superaba a la norteamericana en 1.09 veces”.
“En la región de América Latina y el Caribe, la pobreza que representaba el 48.4% de la población en 1990 (equivalente a 204 millones de personas) se redujo a 29.2% en 2015 (equivalente a 175 millones de personas). En el mismo periodo, la indigencia se redujo de 22.6% en 1990 (equivalente a 95 millones de personas) a 12.4% en 2015 (equivalente a 75 millones de personas)”, apuntó Montás.
En el caso dominicano, el PIB se expandió casi ocho veces entre 1990 y 2015, con importante mejoras en las condiciones sociales, de forma tal que paso de ser un país de desarrollo humano medio a un país de desarrollo humano alto en los últimos 20 años, lo que demuestra que para los países en desarrollo la globalización ha implicado importantes avances.
Anti-globalización en auge
Montás subrayó que hoy las fuerzas anti-globalización están en alza mundialmente, lo que se refleja en los resultados del plebiscito de Gran Bretaña, el Brexit, los recientes resultados de las elecciones de Estados Unidos y el surgimiento de líderes como Marine Le Pen, Norbert Hoffer, Nigel Farach, Geert Wilders en Europa, quienes están cambiando los patrones establecidos de la competencia de partidos en las sociedades contemporáneas occidentales.
“La nueva división que está surgiendo en los partidos políticos de las democracias occidentales son “cosmopolitismo-nativismo”, con su derivada apreciación (o desdeño) para el orden económico y valores liberales”, destacó el Ministro.
Prioridades de Latinoamérica
Al abordar las prioridades de América Latina, Montás señaló que de acuerdo con el Foro Económico Mundial, la región tiene retos importantes en cuanto a mejorar la competitividad y lograr un crecimiento más inclusivo.
“Las claves para alcanzar esos objetivos recaen sobre varios pilares básicos: la formación de instituciones públicas sólidas, el desarrollo de un sistema educativo más equitativo y de mayor calidad, reducir el déficit de infraestructura nacional, más preparación tecnológica, más inversión en investigación, desarrollo e innovación, mayor eficiencia en el mercado de trabajo, entres otros pilares”, expuso el titular del MIC.
Manifestó que las prácticas y conductas de las instituciones públicas y privadas de un país tienen la capacidad de influir sobre las decisiones de inversión y a la vez juegan un papel crucial en como las sociedades distribuyen los beneficios, costos y riesgos de las estrategias y políticas de desarrollo, pues son responsables de la implementación y administración de las reformas económicas y sociales, por lo que es difícil crecer de manera inclusiva sin instituciones sólidas, eficientes y transparentes.
A juicio de Montás, otro factor que posiciona la competitividad de Latinoamérica y el Caribe en desventaja con los países industrializados es la capacidad de su infraestructura, pues la región acumula un déficit de inversión de casi un 2% del PIB por año.
“La mayoría de los estudios sugieren que para la región cerrar la brecha en infraestructura debe invertir un 5% del PIB por un largo período de tiempo; el promedio actual apenas alcanza el nivel del 3% del PIB. Por lo que si la región desea satisfacer el acceso y la mayor cobertura posible a agua, electricidad y saneamiento, entre otros, o lograr un crecimiento superior y prepararse para el aumento de la demanda, deberá invertir entre 120,000 y 150,000 millones de dólares por año (basado en PIB regional 2013)”, indicó el funcionario.
Señaló que otro escollo que entorpece el progreso de la competitividad en la región es la educación, por lo que un sistema educativo de mayor calidad y accesible a la mayor población es la base para derrotar la desigualdad en el mediano plazo.
“Si la región puede ofrecerle la oportunidad a la fuerza de trabajo para que se eduque y adquiera las habilidades tecnológicas de última generación, el crecimiento será más sostenible e inclusivo. Para que el progreso llegue a los quintiles más pobres de la población, el sistema educativo de la región deberá reestructurarse; si no los más pobre estarán condenados a ocupar siempre los trabajos de menor paga con destrezas y habilidades menos calificadas”, puntualizó Montás.