SANTO DOMINGO. Un estudio del Banco Mundial (BM) refleja que el crecimiento económico muy elevado en República Dominicana ha contribuido a reducciones sostenidas de la pobreza y la desigualdad, pero en una proporción menor a lo esperado.
En ese sentido, el organismo internacional recuerda que este hecho lo reconoce la Estrategia Nacional de Desarrollo (END), y señala que el diagnóstico de un crecimiento económico no inclusivo data de por lo menos finales de la década de los años 90.
Además, el estudio del BM muestra “resultados desconcertantes del mercado laboral”, e indican que los ingresos reales de los trabajadores disminuyeron a partir de la crisis financiera de 2003-2004, y no han regresado a su nivel previo a la crisis, a pesar de significativas ganancias en productividad.
“Los salarios reales en RD son más bajos que antes de la crisis bancaria de 2003, con el 60% más rico ganando alrededor de 2.5 veces el salario del 40% más pobre en 2015”, indica el estudio. También se muestra que entre 2000 y 2015 los salarios reales del 40% más pobre disminuyeron un 8%, y en un 16.3% para el 60% más rico.
“En conjunto, los salarios reales se redujeron más de un 30% por ciento entre 2000 y 2004, en parte debido a una inflación del 42.7% en 2003 y 28.7% en 2004, para luego aumentar un 34% entre 2004 y 2015 con respecto al 40% más pobre y 25% para el 60% más rico en el mismo período”, expresa el informe del BM. El organismo internacional sostiene en su estudio que entre 2000 y 2013 la productividad laboral en términos reales aumentó en un 39%, mientras que la remuneración por el trabajo disminuyó en un 26%.
Según el estudio, la disminución de los salarios reales ha afectado todos los grupos de trabajadores, independientemente de sus habilidades o años de estudios, y todos los sectores a excepción de la administración pública y defensa.
“Los sectores que más han contribuido al crecimiento económico han experimentado una disminuida participación de empleo, lo que se traduce en una reducción del porcentaje del producto total asignado a los pagos laborales en relación con la del capital. La multiplicidad de los salarios mínimos y la debilidad histórica de los sindicatos pueden explicar en parte la disminución de los salarios reales a pesar del aumento de la productividad”, dice la investigación.
En el informe, dado a conocer ayer en un acto en el Palacio Nacional, encabezado por el vicepresidente del BM para Latinoamérica y el Caribe (LAC), Jorge Familiar, indica que aunque la tasa de pobreza de la región disminuyó de manera constante de un 37.4% a un 23.4% entre 2005 y 2014, en este país esa tasa disminuyó más lentamente del 40.5% al 28.6% – muy por encima del promedio regional – durante el mismo período.
A modo de ilustración, el informe del Banco Mundial explica que si la pobreza en República Dominicana hubiera respondido al crecimiento del PIB como lo hizo en la región de LAC durante el período 2006-2014, habría habido 1.1 millones menos pobres en el país en 2014.
Durante el período de 2005-2014, y en comparación con LAC, las tasas de reducción de la pobreza de República Dominicana fueron más bajas, la población vulnerable aumentó a una tasa más rápida, y el crecimiento de la clase media fue más lento.
En ese período, la pobreza se redujo en 14 puntos porcentuales (pp) en LAC y en 11.9 pp en República Dominicana, la proporción de población vulnerable aumentó en 2 pp en LAC y en 5.5 pp en este país, mientras que el tamaño de la clase media aumentó en 11.2 pp en LAC y en 7 pp aquí.
El estudio también expresa que las tendencias ascendentes de endeudamiento no deben ser pasadas por alto. En ese sentido, indica que la tendencia a la mejora de los equilibrios fiscales y, en particular, el excedente reciente del equilibrio fiscal primario demostró el compromiso que tiene el Gobierno de mejorar la sostenibilidad fiscal, sin embargo, esto no es suficiente para frenar la trayectoria del endeudamiento. “Se requieren algunos ajustes fiscales para frenar la deuda a niveles más bajos y preservar la sostenibilidad a largo plazo”, indica. Y señala que dicha meta requerirá esfuerzos adicionales y será crítico que las autoridades estén centradas en evitar déficits primarios futuros para evitar presión adicional en los niveles de deuda.
El estudio del Banco Mundial se refiere al tema eléctrico, y encontró que existe poca transparencia y rendición de cuentas en el uso de las transferencias gubernamentales a ese sector y sobre el desempeño financiero de las empresas de distribución de electricidad (EDES).
El BM indica que el Ministerio de Hacienda y el Viceministerio de Crédito Público y el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo disponen de limitada información acerca de la utilización, por parte de las entidades del sector, de las grandes transferencias previstas para cubrir el déficit recurrente del sector eléctrico. “Además, estas entidades no han vinculado estas transferencias con un mejor desempeño”, precisa el estudio dado a conocer ayer.
El informe del BM también precisa que si bien las últimas reformas eléctricas crean un marco legal y regulador moderno, la aplicación del mismo no ha sido muy eficaz.
Dice que el sector sigue afectado por la duplicación de funciones entre las principales instituciones. “Hay una duplicación de funciones entre el Ministerio de Energía y Minas (MEM) de reciente creación, CNE, y CDEEE”.