-¿Cómo valora su mejor temporada hasta ahora?
-Ha sido sin duda la mejor de mi carrera en cuanto a títulos, ránking y nivel de juego. He dado un salto de calidad y soy mejor jugador que el año pasado. Por suerte se ha demostrado en la pista. Por eso han llegado los primeros títulos de mi carrera.
-¿Cuál ha sido su mejor recuerdo de 2016?
-Cuando gané el torneo de Winston-Salem. Fue precioso, porque es algo que recordaré toda mi vida. Estrenar tu palmarés es algo con lo que sueñas.
-¿Se han cumplido todas sus expectativas?
-Todo ha salido bien, en cuanto a ránking el objetivo era estar entre el 30 y el 40 y he llegado al 30. He ganado mi primer título. No puedo pedir más. Se ha cumplido todo con creces. Ahora me pondré nuevas metas para 2017.
-¿Entre ellas está llegar más lejos en un torneo de Grand Slam?
-Claro, para subir más puestos hay que ganar partidos de Grand Slams y Masters 1.000 e intentar llegar a las segundas semanas.
-Había muchas expectativas puestas en su carrera, ¿qué tal ha llevado la presión?
-Te vas acostumbrando, hay veces que cuesta mucho, sobre todo ahora qué está de moda decir que no hay gente joven buena, que no hay relevo de calidad para los Rafa Nadal y compañía. En España ha habido siempre buenos tenistas, en el top-10 y ganando Grand Slams, con números uno del mundo, incluso. Eso hace que la gente tenga las expectativas muy altas. No es fácil para los que venimos detrás. Yo me veo bien, cómodo y puedo seguir creciendo. Voy a intentar llegar a lo máximo posible. Pero llegar a donde han llegado Rafa, David, Costa o Corretja, es muy complicado.
-Nadal dijo de usted que le veía madera de campeón. ¿Qué le pareció?
-Es un halago muy importante, porque viene de uno de los mejores jugadores de la historia. El mejor español de siempre. Es muy bonito. Tengo una buena relación personal con él, nos llevamos muy bien y eso se ha visto cuando hemos jugado juntos. Por eso ganamos en dobles en Pekín.
-Aunque en 2016 no habido triunfos en Grand Slams, España lidera el ránking de títulos ATP. ¿Qué le dice eso?
-Que nuestro nivel sigue siendo altísimo y que va a ser difícil mantener el ritmo durante los próximos años. No será fácil, pero lucharemos por ello.
-¿Se ve usted a corto plazo en el top-15, top-10?
-Voy a pelearlo. Trabajo duro para escalar puestos. No sé si el año que viene seré el décimo del mundo, pero el objetivo es entrar ahí. Poco a poco, siguiendo con mi evolución, sin prisa. Nunca lo he hecho. Alguno pensará que en el año pasado o hace dos debería haber estado a mi nivel actual. A otros les sorprenderá mi evolución. Voy a seguir haciendo mi camino y llegaré lo más lejos posible.
-¿En qué aspectos cree que ha mejorado más su juego?
-He intentado ser un poco más agresivo, subir más a la red, dominar los puntos, acabar jugadas y, sobre todo, no ponerme nervioso en momentos importantes. Otros años, quizá me temblaba más la mano, no acababa de atreverme. Mentalmente estoy más fuerte, y también físicamente y en el juego.
-¿Cómo es entrenar con su ídolo, Juan Carlos Ferrero?
-Cuando yo era pequeño le veía jugar por la tele. Llegó a ser número uno. Estar ahora entrenándome en su academia, verle casi todos los días, jugar con él y que me dé consejos es un privilegio que tengo que aprovechar para seguir creciendo.
-¿Cuáles son sus referentes en el tenis actual?
-David Ferrer lo es, porque ha conseguido estar muchos años entre los cinco mejores del mundo y eso no es nada fácil. Es bueno fijarse en jugadores como él, no solo en Rafa Nadal o Djokovic, que son monstruos prácticamente irrepetibles. David ha dado lo máximo con lucha y pundonor y los que estamos detrás le vemos más cerca, aunque aún está muy lejos.
-Se le da bien el dobles, igual que a otros muchos tenistas españoles. ¿Es un camino a explotar?
-Quiero centrarme en el circuito individual, pero siempre que pueda seguiré jugando en dobles. Me gusta y me divierte. Además, juego con gente con la que disfruto. De ahí los buenos resultados. Además, sirve para mejorar individualmente y ser más agresivo por los momentos de tensión que hay.
-¿Tiene planes de volver a jugar con Nadal?
-Es muy difícil, porque su prioridad es el circuito individual y sus objetivos son mayores que los míos. No creo que le permitan jugar mucho en dobles. Si ocurre será de manera casual, si coincidimos y me lo pide. Empezaré con otro.
-¿A qué dedica su tiempo libre?
-Viajo y me entreno mucho, por lo que tengo poco tiempo para estar con la familia y los amigos. Cuando puedo, lo primero que hago es intentar ir a Gijón a disfrutar. Me gusta mucho el fútbol y soy del Sporting. Lo sigo todo lo que puedo. Lo malo es que a veces, cuando estás por Australia o Asia, es difícil por los cambios horarios.
-¿Qué gran torneo le haría más ilusión ganar?
-Un Grand Slam, y si tengo que elegir, quizá Roland Garros o US Open.