Así está la parrilla de F1 2017: todavía quedan tres vacantes

La temporada 2016 terminó el pasado domingo pero el curso 2017 comenzó mucho antes. Llegan cambios aerodinámicos y unos neumáticos que ofrecen más posibilidades a la Fórmula 1, y también hay movimientos entre los pilotos de la parrilla. Habrá caras nuevas y ausencias, pero los asientos más codiciados no cambian de dueño. Rosberg y Hamilton tienen firmado con Mercedes hasta 2018, aunque haya tensión en Brackley, y los contratos de Ricciardo y Verstappen con Red Bull tienen la misma duración. Sólo se esperan curvas en Ferrari, pero para dentro de un año: Vettel y Raikkonen firmaron hasta 2017, se espera renovación o fichajes.

En cuanto a las despedidas, la salida de Button abre la puerta a Vandoorne en McLaren, un joven con proyección que ya brilló en la GP2. Y el adiós de Massa permite que se suba al Williams el canadiense Stroll, cuyos orígenes adinerados no empañan su título en el FIA F-3 este año.

El verdadero baile de pilotos está en la zona media y baja de la clasificación: Hulkenberg se marcha a Renault como estrella de un equipo oficial y deja su plaza de Force India al francés Ocon. El otro Renault es para Palmer y Magnussen ha tenido que desembarcar en Haas, donde pilotará junto a Grosjean dejando sin sitio al mexicano Gutiérrez, que no sumó puntos esta temporada por los 29 de Romain.

Esteban aspira al segundo Sauber, porque el primero es para Ericsson tras el anuncio de su renovación, y la escudería suiza tiene problemas de financiación. Tanto Gutiérrez como Wehrlein le pueden quitar el asiento a Nasr, aunque peligra el futuro de los tres en el Mundial. Y aún no están adjudicados los Manor: uno lo puede mantener Wehrlein, piloto de la estructura Mercedes que logró un punto esta temporada en Austria. Y para el segundo entraría en acción un piloto de pago.

Gasly o Giovinazzi se pueden quedar a las puertas

Durante la última década las canteras naturales de pilotos de F-1 han estado claramente definidas. Rosberg y Hamilton vencieron la GP2 y Vettel fue segundo en el Europeo de F-3. Sainz subió tras triunfar en las World Series de Renault. Pero ya no basta con ganar para subirse a un F-1: Pierre Gasly celebró el pasado domingo en Abu Dhabi el título de GP2. En verano parecía inminente su llegada a Toro Rosso, pero Kvyat mejoró y renovó. Y el francés, piloto de desarrollo de Red Bull, ya no tiene sitio. “Veremos qué hacemos con él”, dice Helmut Marko. Su rival este año fue Antonio Giovinazzi, talento italiano formado en Ferrari y relacionado con Manor antes de que su situación económica empeorara.

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