Murray se agarra al trono, echa a Wawrinka y evita a Djokovic

Andy Murray ha pasado a semifinales del Masters de Londres 2016 como primero del grupo McEnroe tras ganar en dos sets a Stan Wawrinka (6-4 y 6-2), que ya está eliminado. El británico necesitaba vencer para evitar una carambola que le enfrentará en los cruces a Novak Djokovic, su rival por el número uno del ránking. Lo logró a lo grande y se medirá este sábado a Milos Raonic. Con su triunfo (22º seguido) iguala la marca de 3-0 del Nole y se mantiene virtualmente en el trono con 11.510 puntos (restados los 275 de la Copa Davis), por los 11.380 de su enemigo.

Para acabar el año en lo más alto tiene que igualar o mejorar lo que haga el serbio. Si ambos caen en semifinales, Murray será primero, igual que si llega más lejos que Djokovic o gana el torneo. Las posibilidades del balcánico pasan por llegar a la final y que el escocés no lo haga o también por llevarse el título.

Dominio psicológico

Volviendo al partido, Murray dio pocas opciones a un Wawrinka que arrancó al ataque, con buenas sensaciones y cuatro winners (acabó con 29) en el primer juego, pero luego se fue diluyendo con el desgaste mental al que le sometió el británico, que está muy fino y llega a casi todo lo que le lanzan. Un break en el séptimo juego, le dio una ventaja que consolidó con sus dos siguientes saques (86% de puntos con el primer servicio) para apuntarse el primer set. A Stanimal le faltó paciencia y asumió riesgos que le costaron bastantes errores no forzados (29 por 15 de su oponente).

La segunda manga empezó con un mazazo para Wawrinka, que perdió su servicio nada más empezar. Después intentó recuperarlo y tuvo dos bolas de break, pero Murray, que voleó como los ángeles, resistió y eso minó mucho la confianza del suizo. Para colmó cayó el 3-0 con otra rotura de Muzza y después el 4-0. Una goleada que no pudo levantar Wawrinka pese a sacar el orgullo para ganar un gran punto en el quinto juego de la manga. Murray puso el set y el partido a tiro de uno con una volea preciosa y con su servicio cerró el partido viendo como la bola se marchaba lejos después de tocar la caña de la raqueta de Stan. Se vengaba así de la derrota en el Masters 2015, cuando este le dejó fuera de las eliminatorias. Ahora le quedan uno o dos pasos para alcanzar la gloria de terminar él año como número uno del mundo.

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