Una magnifica vuelta en la Q3 de Interlagos le valía a Romain Grosjean la séptima posición en la parrilla del GP de Brasil. Una gran noticia para él y para Haas, que igualaba su mejor resultado en una clasificación en el fin de semana del anuncio de su renovación por el equipo americano.
Pero cuando se abrió la calle de boxes para que los pilotos se dirigieran a la parrilla de salida, el monoplaza del piloto francés sufrió en sus propias carnes los efectos del ‘aquaplaning’: en la entrada a meta, una curva amplia de izquierdas, Grosjean perdió el tren trasero mientras aceleraba y su coche se fue directo al muro, dañándose gravemente la suspensión delantera izquierda del Haas. Resultado: abandono antes de empezar.
Grosjean marcha 13º en el Mundial con 29 puntos y con el quinto logrado en Barhain como su mejor resultado de la temporada. Aun así, queda muy por delante de su compañero de equipo, Esteban Gutiérrez, que aún no ha sumado puntos. El año que viene hará pareja con Magnussen en Haas.