Ron Dennis deja McLaren

McLaren pega un volantazo. Lo hace con el adiós de Ron Dennis, que desde ayer deja de ser presidente y director ejecutivo de la escudería ante la presión de parte del accionariado. Así lo anunció el propio Dennis a través de las redes sociales. El británico lleva 36 años en Woking, donde se hizo con el control absoluto en 1981. Todo apunta a que será sustituido por Zak Brown, un referente en el mundo de los patrocinios y que hace semanas figuraba en las quinielas para ocupar un cargo destacado en la Fórmula 1.

Dennis, que poseía el 25% del accionariado de McLaren Technology Group (MTG), en el que se engloba el equipo en el compite Fernando Alonso en la Fórmula 1, seguirá en el consejo de administración de MTG y McLaren Automotive Limited y mantendrá un importante paquete accionarial, aunque no se ha precisado la cuantía. Los dueños del otro 75% (50% Mumtalakat y 25% Mansour Ojjeh) han resultado determinantes para prescindir de Dennis.

“Estoy decepcionado porque los responsables de TAG (empresa que dirige Ojjeh) y Mumtalakat hayan forzado esta decisión de jubilarme de manera anticipada pese a las serias advertencias del resto del equipo de administración sobre las consecuencias de sus acciones en el negocio. Las razones que han dado son totalmente falsas, mi estilo de dirección es el mismo de siempre y gracias al cual McLaren ha llegado a ser un grupo tecnológico y automovilístico que ha ganado 20 títulos mundiales de F-1 y crecido hasta un volumen de negocio de 850 millones de libras al año”, afirmó Ron.

¿Y qué es lo que aguarda a Dennis en el futuro inmediato? Pues el británico tiene previsto lanzar un nuevo fondo de inversión de tecnología una vez que sus compromisos con McLaren finalicen. “Esto exprimirá mi experiencia, mis recursos financieros con una inversión externa para perseguir muchas oportunidades comerciales que me han ofrecido en los últimos años pero que no he podido aceptar porque estaba comprometido al negocio existente”, reconoce Ron, que deja claro que su primera preocupación “es el negocio construido y sus 3.500 empleados”. Es decir, que el jefe deja de ejercer de jefe, pero no abandona el barco. Treinta y seis años en Woking son muchos años.

 

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