La victoria de Elena Vesnina y Ekaterina Makarova en la final de dobles del Masters de Singapur tuvo una influencia directa en el éxito de Sania Mirza, que terminará el año como número uno del mundo en dobles por segunda vez consecutiva. La estadounidense Bethanie Mattek-Sands, que jugaba en las WTA Finals con Lucie Safarova, amenazaba el puesto de líder de la india, que había perdido en semifinales, con Martina Hingis como compañera, precisamente ante las campeonas. Pero Mattek-Sands necesitaba el título para desbancar a Mirza y no lo logró.
Sania solo participa en el circuito de parejas —se retiró en individuales donde solo pudo alcanzar el número 27 del ránking en 2007)—, donde es una consumada especialista, y puede decirse sin temor a dudas, que la mejor del mundo. Los números la refrendan. Lleva 40 títulos ganados en 13 años como profesional, aunque ya jugaba en la India desde 2001. Esta temporada ha sumado 8, entre ellos el de Australia, cinco de ellos con Hingis, dos con Barbora Strycova (su actual compañera) y uno con Monica Nicolescu. El balance de su carrera es de 455 victorias y 196 derrotas y lleva 82 semanas consecutivas como número 1, la cuarta mejor marca de todos los tiempos tras las 181 de Martina Navratilova, las 145 de Cara Black y las 134 de Liezel Huber.
Fama, belleza y controversia
Su categoría como jugadora y el hecho de que sea la única india del circuito y la primera de este país que llega a lo más alto del ránking de dobles —al margen de su belleza—, han hecho que allí sea una auténtica superestrella al nivel de los actores y actrices de Bollywood o de deportistas como Leander Paes, otro excelente doblista, el ajedrecista Viswanathan Anand y las grandes figuras del cricket, como M. S. Dhoni. Nacida en Bombay el 15 de noviembre de 1986, Mirza fue nombrada en 2005 como uno de los 50 héroes de Asia por la revista Time, que en 2016 la incluyó en su lista de de las 100 personas más influyentes del mundo.
Sania ha aparecido en la portada de multitud de revistas y la invitan a muchos eventos importantes de la India, una exposición a los medios que le ha ocasionado alguna que otra controversia, al igual que su vida privada. El hecho de que rompiera su compromiso con un joven indio para casarse en 2010 con el jugador de cricket pakistaní Shoaib Malik hizo que le cayeran algunas críticas. Su boda fue un acontecimiento en las redes sociales. Su manera de vestir también le ha traído algunos problemas. En los Juegos de Pekín 2008 fue acusada, junto a su compatriota y también tenista Sunitha Rao, de violar el código de vestimenta del equipo indio. En cualquier caso, todos estos asuntos la han convertido en una celebridad.