Cada día miles de dominicanos salen a las calles del país a cumplir una rutina de trabajo que les permita mantener un estilo de vida según sus condiciones sociales y académicas. Luchando por abastecer su familia, para que todos tengan sus necesidades resueltas.
Desde mucho antes de las cinco de la mañana ya hay ciudadanos iniciando sus labores en diferentes áreas porque así lo ameritan sus funciones o sus metas personales.
Cada año se crean más y más medianas y pequeñas empresas que luchan por sobrevivir ante el pago adelantado de impuestos y nómina de empleados. Cada vez se abren nuevas oportunidades de empleo y vemos cómo la nación va creciendo en todas las ramas. Sin embargo, a pesar del gran esfuerzo diario que hacen tantas personas para lograr mejorar su calidad de vida y algunos mantener en pie lo que han adquirido, es muy difícil entender hacia dónde se están yendo los recursos económicos que generan el Estado y el sector privado.
El Banco Central habla de que el país ha presentado un importante crecimiento económico en los últimos meses del año y es muy buena la proyección para el 2017. Cuando se analiza el calendario de actividades se puede ver que ya no es una ni dos las ferias de vehículos, inmobiliarias y de préstamos que hay en el país cada año y los eventos sociales como conciertos donde se presentan los principales artistas, los espectáculos más impresionantes como ferias de moda o nupciales y que los artículos tecnológicos más modernos están primero aquí en República Dominicana que en otros países de la región, es para pensar que efectivamente la economía dominicana es la mejor.
A pesar de todo esto y del gran esfuerzo que hace un importante número de dominicanos, es preocupante el hecho de que cada día una masa de la población que paga impuestos igual que todo el mundo no le alcance el dinero porque los precios de los productos y servicios han aumentado sin aumentar también el nivel de los salarios, que no se puedan hacer compromisos a largo plazo porque no tienen certeza de la solidez de sus negocios y no puedan apostar a crear nuevos empleos porque para los que emprenden una idea es todavía mucho más arriesgado y la estadística dice que un alto porcentaje de las medianas y pequeñas empresas fracasan.
El sector gubernamental es selectivo a la hora de apoyar nuevos proyectos y aunque promueve mucho el desarrollo de las pymes este sector no puede crecer teniendo tan alta carga impositiva y con tanta competencia desleal.
Las buenas ideas se siguen quedando estancadas por falta de voluntad para ejecutarlas y de funcionarios o legisladores que quieran asumirlas.
Todo el mundo en el Estado en este momento dice que «no hay presupuesto´´, nadie sabe explicar cómo a tres meses de cerrar el año ya agotaron el capital de que disponían. Lo que obliga a pensar si tiene que ver con la pasada campaña electoral donde se vio un amplio derroche de recursos.
Dónde está el dinero del país y por qué los que trabajan de forma digna, madrugando y entregando cuerpo, alma y corazón a su labor no logran alcanzar las metas propuestas, o por lo menos mantener dignamente un estilo de vida con la calidad que merecen sin tener que hacer malabares o terminar ahogados en deudas.
Es una paradoja tan amplia que no sabría cómo explicarse, se trabaja mucho pero se gana poco, hay mucho crecimiento económico pero los ciudadanos están al tope de deudas y tanto los ricos como los no tan ricos o pobres pagan la misma cantidad de impuestos, lo que significa que el pobre paga más porque justamente gana menos.
Por Lorenny Solano