El público coreó “Papi” quien lloró en su último día activo; Cleveland barrió a Boston

david-davuBOSTON. Una vez que la pelota acabó en el guante de su jardinero derecho, los Indios de Cleveland salieron a festejar en el diamante y un silencio sepulcral se apoderó del estadio de Boston.

Luego, lentamente, el público en el Fenway Park reaccionó para corear una última vez: “¡Pa-pi!”

Mientras los Indios festejaban el lunes la victoria 4-3 sobre los Medias Rojas, que selló una barrida de tres juegos y el pase a la serie de campeonato de la Liga Americana, los fanáticos de los Medias Rojas pidieron la presencia de David Ortiz.

Diez minutos después del último out, cuando la mayoría de los jugadores de Cleveland se había retirado para la fiesta en el camerino visitante, los cánticos de “¡No nos vamos!” y “¡Gracias, Papi!” obligaron que el querido toletero dominicano regresase al terreno.

Con una sudadera roja y rostro serio, Ortiz caminó al montículo y empezó a saludar en todas direcciones con su gorra, tocándose el pecho.

Solo cuando la cámara hizo una toma de primer plano se pudo confirmar que la mirada severa no era en reacción a una prematura eliminación en la postemporada: Big Papi estaba llorando.

Al cabo de dos minutos, Ortiz se retiró hacia la cueva. Y era para siempre, poniendo fin a una carrera de 20 años en la que fue actor clave en la conquista de tres campeonatos de la Serie Mundial para Boston, transformando a una franquicia acostumbrada a fiascos en octubre.

“Tengo alivio de que no pudo dar el hit para vencernos”, declaró el manager de los Indios Terry Francona, quien dirigió a Ortiz en Boston cuando salieron campeones en los Clásicos de Otoño de 2004 y ‘07. “Creo que un honor estar en el terreno, compitiendo contra él en su último juego, ya que es uno de los mejores de todos los tiempos. Te das cuenta por la manera que la gente se quedó esperando, gritando su nombre y lo demás. Se lo merece totalmente”.

En el octavo inning, con Boston tratando de remontar, Ortiz recibió un boleto. Fue su última aparición en el plato, ya que el manager John Farrell debió sacarlo para colocar a un corredor emergente.

El bateador designado solo pudo mirar desde la cueva cuando Travis Shaw falló con un elevado al bosque derecho para el último out y con dos corredores en circulación.

Tyler Naquin aportó un sencillo de dos carreras y Josh Tomlin cubrió cinco innings dominantes para Cleveland, que será local cuando el viernes se ponga en marcha la serie de campeonato de la Americana ante Toronto.

Se trata de la primera vez desde 2007 que Cleveland accede a la final del circuito.

Luego de batear 38 jonrones -la mayor cantidad de un jugador en su última temporada -Ortiz se fue 9-1 frente a los Indios. No conectó hits y recibió dos boletos el lunes, con un elevado de sacrificio en el sexto con dos en base en vez del jonrón de tres carreras que la afición anhelaba.

Cleveland tuvo marca de 4-3 este año contra los Azulejos, los ganadores del juego de comodines que barrieron a los Rangers de Texas para alcanzar la serie de campeonato por segundo año seguido. Los Indios no habían ganado una serie de playoffs en nueve años, cuando superaron a los Yanquis de Nueva York y luego cayeron ante Boston en la serie de campeonato.

Tal vez inspirados por el campeonato de la NBA que los Cavaliers de Cleveland conquistaron en junio, el primer título obtenido por uno de los equipos profesionales de la ciudad desde 1964, los Indios no bajaron la guardia esta vez.