Por Kelvin Peralta Madera
En el mes de abril del año 2015 el Consejo del Poder Judicial tomó decisiones importantes en la Provincia de Santiago y entre ellas hablaremos de la habilitación y creación de la Cuarta Sala de la Cámara Civil y Comercial del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Judicial de Santiago creando así mediante el acta No. 5-2015 la llamada Sala de Asuntos de Familia para que la misma se especializare solamente en los casos de derecho civil relativo a este renglón, divorcios, reconocimientos de paternidad, herencias, en fin, los asuntos destinados a conocer los procesos exclusivos del denominado Derecho de Familia en nuestro sistema legal.
Esta creación correspondía a la necesidad imperante en ese momento de desahogar a los tribunales de la Jurisdicción Civil particularmente las Salas Civiles del cúmulo excesivo de expedientes relativos a esos asuntos y es importante destacar que el factor principal lo representan los expedientes de divorcio, miles de demandas que llegan como avalancha en determinadas temporadas por situaciones muy comunes, como el de las personas que se casan para hacer viajes y luego se divorcian, esto, sin detenernos a analizar los que son por otras causas.
En principio todo marchaba bien, y los casos o expedientes de las 3 Salas Civiles fueron enviados a una sola Sala, lo que claramente y por la lógica desde ese momento estaba destinado a que sucedieran dos cosas:que los expedientes de divorcio, por su poca complejidad en su mayoríase podían conocer más rápido, lo que agilizaría considerablemente la solución de los casos y fallos; o que tarde o temprano si no se contaba con la logística y personal necesario era una bomba de tiempo porque entonces la acumulación de casos iba a ser insostenible y en consecuencia, tratándose de un juez al que le ha asignado el trabajo de tres, se iba a poner difícil la cosa, humanamente eso es entendible. Lo cierto es que al día de hoy, las carencias de esta Sala, la falta de personal y sobre todo la falta de logística correspondiente sin contar los expedientes que requieren de más atención y cuidado al momento de fallar como los casos de reconocimientos de paternidad han hecho que un proceso de divorcio, que en su momento tenía sentencia en no más de 2 o 3 meses, ahora dure mucho más. El grito al cielo de los usuarios y de los abogados es ya cotidiano.Es justo reconocer al Magistrado Filoset Núñez quien ha asumido con decoro y al nivel que su investidura amerita esta ardua tarea de Presidir o dirigir esta Sala de asuntos de familia, quien de forma titánica junto a su limitado personal y todas las dificultades hace de “tripas corazón” y a “mano pelá” está enfrentando como puede este desastre, eso está a la vista de todos. Entiendo que es de urgencia que el Consejo del Poder Judicial intervengay aporte los recursos y lo que sea necesario para que esta Sala pueda funcionar correctamente y pueda cumplir realmente la misión para lo que fue concebida. Esperamos que así sea.