Por Luis González Fabra
La revolución educativa que pregonaba el gobierno del Presidente Medina cuando Carlos Amarante Baret ocupaba el ministerio de Educación, termino con el nombramiento de Andrés Navarro . Y la enterró la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) con un cortejo fúnebre encabezado por Eduardo Hidalgo y doscientos cincuenta dirigentes municipales.
El entierro duro cuatro horas y veintitrés minutos. El panegírico estuvo a cargo de veinticinco presidentes de seccionales de la ADP que describieron con crudeza y valentía como la “revolución educativa” era una farsa montada para ocultar por la vía mediática la dura y triste realidad del sistema educativo que ellos se encargaron de dar a conocer con marcada honestidad.
El ministro Navarro con planeada paciencia escucho como se venia abajo el andamiaje de la revolución educativa. Se vio obligado a anunciar la creación de “una estructura basada en gabinetes de gestión para “asegurar que haya sintonía entre las personas que van a trabajar en los cambios de sistema.” Es decir, no encontró el nuevo Ministro una buena gestión ni sintonía en los mandos directivos.
Lo que los profesores dieron a conocer en esa reunión con el Ministro Navarro raya casi en lo increíble, sobre todo después que durante cuatro años se ha invertido el cuatro por ciento del gasto publico en el sistema educativo.
Allí se revelo el estado inservible de miles de aulas y la gravedad de la situación de la tanda extendida en la que la mayoría de las cocinas compradas para procesar los alimentos no han sido instaladas y los equipos están arrumbados esperando por los instaladores-
En esos equipos para las cocinas de tanda extendida el gobierno invirtió el año pasado dos mil quinientos millones de pesos . Al parecer ahora han descubierto que da mas beneficios particulares favorecer con la comprar de los alimentos a proveedores privados que hacerlo institucionalmente. Pero persiste la falta de comedores y espacios adecuados para servir los alimento
Los maestros dieron a conocer la alarmante información de que hay una gran cantidad de escuelas funcionando en edificios agrietados hasta el extremo que ponen en riesgo la integridad física de alumnos y maestros.
Y como si fuera poco, las butacas en las escuelas no alcanzan para sentar a todos los estudiantes. Muchos niños se sientan en lo que encuentran, afectando esto la necesaria concentración .
Hay cantidad de escuelas sin laboratorios de informática ni profesores de ingles. Según los maestros hay muchas escuelas funcionando en casas alquiladas y cuando el ministerio no paga echan a la calle a profesores y alumnos.
El colmo de la realidad descrita por los miembros de la ADP es que hay una escuela funcionando en una casa de familia y el director tiene su oficina en la galería de la vivienda.
Se resalto en esa reunión la existencia de escuelas publicas que cobran 1500 pesos mensuales a los padres de los alumnos mientras hay cientos de edificaciones escolares con tres años de construidas en un noventa y cinco por ciento y no se vislumbra su terminación.
Queda claro, por las informaciones ofrecidas por los protagonistas del sistema educativo, que tenemos un desastre de marca mayor que es ademas un barril sin fondo para los miles de millones aportados por los contribuyentes .
Y eso que no se ha hablado de los mas de seis mil maestros que demanda el sistema y la falta de formación de los que están que necesitan adiestramiento en las practicas de la pedagogía moderna, indispensable para impartir una educación de calidad.
Además, es bueno resaltar que estas informaciones y denuncias expensadas por los miembros de la ADP se limitan a Santo Domingo, Monte Plata, San Cristóbal y el Distrito Nacional.
Para muestra, basta un botón.
Esa es la revolución?