Por Teodoro Tejada
Ex presidente del CODIA
La reforestación es de vital importancia para la conservación de nuestras montañas y las cuencas de nuestros ríos, constituyendo un factor económico esencial. Reforestar es sencillamente sembrar árboles nuevos en lugares que han sido depredados y desprotegidos. Debe de haber una continúa política del Estado consistente en la creación, renovación y vigilancia de la cobertura boscosa del país.
La única forma permanente de producción agua es a través de una reforestación sostenida, ya que de no hacerlo, no tendremos bosques, y el equilibrio higrológico se verá seriamente afectado y muchos lugares se convertirían en zonas ecológicas desertificadas.
Es importante destacar, que la vegetación es un elemento de primer orden en la producción de las precipitaciones, las cuales son uno de los factores más importantes del ciclo hidrológico, toda vez que el agua constituye la parte esencial de la vida. En término simple, sin agua no podríamos vivir.
Ahora bien, el agua en abundancia también trae consigo muchos daños, tales como las inundaciones, producto también de la deforestación, en virtud de que las raíces realizan una acción de cohesión y retensión de los suelos contra el efecto intenso de las gotas de lluvias que originan la destrucción de la estructura del suelo al ponerse en contacto directo con su superficie, afectando seriamente la capa vegetal provocando erosión de los suelos. Los grandes volúmenes de agua arrastran muchos sedimentos desde las cuencas altas hasta nuestros ríos, afectando por consiguiente, las obras de infraestructura hidráulica, las cuales van disminuyendo su capacidad de captación y almacenamiento de agua. En el caso contrario la ausencia de lluvia (sequía), produce un déficit que afecta sensiblemente la producción agrícola y ganadera, ocasionando graves daños a la economía de los pueblos, y un impacto negativo a la seguridad alimentaria.
El presidente Danilo Medina en su visita sorpresa a las poblaciones de Jorgillo en la provincia San Juan, así como Juan Santiago y Hondo Valle, en Elías Piña, lanzó uno de los proyectos de mayor trascendencia de este segundo periodo gubernamental, y es la acción inmediata de reforestar estas comunidades que comprende en la siembra de más de 90 mil tareas de árboles maderables, café y aguacate, con un aporte del gobierno central de RD$700 millones.
El Mandatario fue enfático al advertir que “al partir de ahora, el que se meta a deforestar va preso”, y agregó: “Si no paramos esto ahora, en cinco, seis o diez años, tendrán que irse todos de aquí”. Esto es así, ya que la tala indiscriminada de árboles ocasiona que el suelo pierda el horizonte superficial, o sea su capa más fértil, que actúa como un protector de la sostenibilidad de las plantas, por lo que el suelo inicia un proceso de degradación que origina importantes variaciones en sus características físico-químico, acabando su fertilidad y creando un microclima adverso que difículta la siembra de nueva vegetación, haciendo prácticamente imposible mantener el equilibrio ecológico del lugar.
Felicitamos esta medida del presidente Danilo Medina, por este importantísimo plan de reforestación, sin lugar a dudas un asunto de vida.