Tan sólo en la última semana analizada en Puerto Rico se confirmó el contagio de 138 embarazadas con zika, lo que supone una media de casi 20 mujeres diarias, una cifra que las autoridades sanitarias temen que en la actualidad sea mucho mayor, dada la mayor incidencia de lluvias en la isla.
Según datos publicados hoy por el Departamento de Salud de Puerto Rico, para la semana epidemiológica número 32 (del 5 al 11 de agosto) había en la isla 1.244 mujeres embarazadas, frente a las 1.106 que había tan sólo una semana antes.
Hasta el momento se confirmado en la isla 14.334 contagios con zika, aunque se sabe que en realidad son muchos más, ya que parte de la población -acostumbrada al dengue y el chukinguña- no busca atención médica cuando percibe síntomas de un virus que también se transmite por la picadura de un mosquito y que normalmente no provoca problemas graves de salud.
El gran temor es que el virus afecte a embarazadas, porque su presencia en el cuerpo de estas mujeres ha sido asociada a casos de microcefalia en sus bebés y con otros daños cerebrales graves que ponen en peligro su supervivencia.
Según dijo hoy la secretaria de Salud, Ana Ríus, en una conferencia de prensa, hasta el momento en la isla han nacido 129 bebés de madres que habían dado positivo en las pruebas del zika sin que éstos hubieran resultado contagiados.
Uno de los temores de la comunidad científica es que, aunque estos niños por el momento no den síntomas de haberse visto afectados por el virus, en el futuro tengan problemas de aprendizaje y desarrollo.
Por contra, dijo Ríus, «acaba de nacer un bebé con microcefalia de una madre que habían dado negativo en las pruebas del zika», y se está a la espera de los resultados de las pruebas practicadas al recién nacido, según la titular de Salud, que insistió en la importancia de que la gente se conciencie de que «estamos ante una emergencia nacional».
En ese sentido recordó que desde que el zika se detectó en la isla por primera vez (el pasado 31 de diciembre) se han producido un total de 112 hospitalizaciones vinculadas con el zika y 40 casos de Guillain-Barré, un síndrome neurológico autoinmune que puede provocar incapacidad para sentir dolor u otras sensaciones, parálisis de partes del cuerpo y en raros casos la muerte.
«Tenemos que protegernos, nos sintamos enfermos o no. Elimina criaderos, utiliza ropa que limite la cantidad de piel que quede expuesta y repelente, invierte en telas metálicas para puertas y ventanas. De esta forma creamos una barrera que nos ayuda a combatir este virus,» indicó Ríus, tal y como viene haciendo semanalmente durante todo el año.
Sin embargo, en Puerto Rico sigue habiendo gran parte de la población que no cree que realmente exista una relación entre el zika y la microcefalia y otros problemas graves en los recién nacidos de mujeres contagiadas.
«Eso no tiene nada que ver con el zika, sino con el veneno que empresas como Monsanto pone en los cultivos y los alimentos», aseguraba hoy mismo una agente inmobiliaria de mediana edad a una embarazada mientras ambas hacían fila en el cajero de un popular supermercado, lo que generó comentarios de apoyo entre otras personas que había alrededor.
Según Ríus, hasta el momento se han contabilizado doce abortos, «de los cuales uno fue reportada en mayo con daño cerebral y en otro caso la mamá donó el producto y está bajo investigación en Atlanta, por lo que los resultados se esperan dentro de los próximos 30 a 60 días».
«Además, hay otro caso donde la madre no donó el producto pero sí había evidencia de un bebé severamente afectado en crecimiento y evidencia de infección por zika intrauterina», detalló, para añadir que «de las demás pérdidas de embarazo no se tiene información, ya que no se pudo recuperar el producto y fueron pérdidas en etapa temprana de los embarazos».
Igualmente, y hasta el momento, «tenemos dos embarazadas con pruebas confirmadas de zika y con evidencia de daño cerebral en el bebé, que están en vigilancia cercana».