Por: Lic. Yenifer Gil
yeniferalt.gil@hotmail.com
República Dominicana es el 2do país donde se registra la tasa más alta de muertes por accidentes de tránsito, según un informe realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la situación mundial de la seguridad vial. Un alto porcentaje en República Dominicana (41.7) frente al 16.1 en América es la estadística de muertes por esta causa.
Para nadie es un secreto el caos y el desorden en nuestras carreteras, además es sabido el dolor que han causado a miles y miles de familias la pérdida de seres queridos producto de accidentes, con decir, que durante el período 2014-2015 murieron 2,164 personas, de los cuales el 99.8% fueron hombres, sobre todo jóvenes en edades comprendidas entre 15 y 37 años. Según datos recientes 149 personas al mes pierden la vida, lo que se traduce a 4 decesos por día siendo más afectados los motoconchistas, ciclistas y peatones.
Este es un mal que nos azota. Las causas son muchas, pero entre las principales se encuentran: la falta de conciencia e imprudencia de los conductores, ausencia de educación vial, desconocimiento e irrespeto de la Ley de Tránsito, la no utilización del casco protector ni del cinturón de seguridad, además del exceso de velocidad, consumo de alcohol y drogas antes y mientras se conduce, obviar las señales de tránsito, las indeseables carreras en autopistas, cada día más famosas entre los jóvenes y ahora agregamos la distracción que produce el uso de celulares durante la marcha.
Es importante destacar que el 57% de los accidentes ocurren durante las madrugadas, pues conducir de noche implica un riesgo tres veces mayor que conducir durante el día, esto por la poca visibilidad, la embriaguez de muchos conductores, la fatiga y la falta de precaución de los mismos. De igual forma en los días feriados incrementa el número de accidentados.
Nuestra Ley de Tránsito (241), que data de 1967 es tan antigua como desdeñada, pues las actuaciones de los conductores en las calles y lo aprendido por los mismos, no corresponde en lo absoluto a lo establecido en la referida Ley y esto es lamentable ya que al igual que otros cuerpos normativos es simplemente letra muerta que se utiliza únicamente para pasar el examen teórico requerido y obtener la licencia, si es que no paga para conseguirla de manera fraudulenta.
¿Qué recomiendo al respecto? Como he indicado, un accidente de tránsito, no es cualquier tipo de accidente, son de esos en los que fácilmente se pierde la vida, por lo tanto, sugiero manejar con más prudencia y conciencia, que sea intensificada la educación vial, que se invierta en señalizar debidamente las vías públicas, que se organice más el transporte público, que el Gobierno y las autoridades competentes hagan cumplir las normas de tránsito, que se exijan los mismos requisitos para todos los solicitantes de licencias de conducir, sin excepciones, que sean respetados los Agentes del Transporte Terrestre y los usuarios paguen las multas por las infracciones cometidas. Recuerde no tomar alcohol ni fumar si va a conducir, pues por sus componentes estos elementos no son recomendables. Bajar el exceso de velocidad, puede hacer la diferencia, tratar de no usar el volante si está muy agotado es fundamental, utilizar el cinturón de seguridad tanto usted, como sus acompañantes, así como no ingerir medicamentos que produzcan somnolencia porque puede ser fatal.
Recuerden queridos lectores que es deber proteger su vida y la de los suyos, también proteger a los que transitan en la vía pública con el mismo derecho que usted. Concluyo con esta frase: “Manejar con responsabilidad es un DEBER de todos y todas”.