SANTIAGO. A partir del mes de enero del próximo año 2017 el emblemático Monumento a los Héroes de la Restauración de esta ciudad, ubicado en el Cerro del Castillo, dispondrá de los servicios de un moderno ascensor para los visitantes nacionales e internacionales.
La información al respecto, la suministró el viceministro de Cultura con asiento en esta ciudad, el maestro Jochy Sánchez, quien indicó que el equipo, cuyo costo es de dos millones de pesos, es una donación de la Asociación de Productores de Cigarros de esta ciudad (Procigar).
“Con ese nuevo y moderno ascensor OTIS facilitaremos los servicios que se ofrecen a los miles de visitantes que tienen el Monumento y el museo”, comentó Sánchez durante un acto en el que recibió los planos del Monumento a los Héroes de la Restauración.
Mientras que el arquitecto Fausto Ortiz, director de Patrimonio Cultural, al entregar los planos del Monumento resaltó la colaboración de varios profesionales de término de ingeniería y arquitectura de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (Pucmm) para la confección de dichos planos.
Indicó que los trabajos estuvieron a cargo de los arquitectos Irma Yissel Núñez, Francisco Sánchez, Danilson de la Cruz y María Esther Ulloa, así como de los estudiantes del Departamento de Arquitectura de la Pcmm, María Almonte Abad, Launamme Cherefant, Samuel Martínez Álvarez, Harold Rodríguez y Diógenes Taveras.
Visitas guiadas
De su lado, Gilda Díaz, gobernadora del Monumento a los Héroes de la Restauración informó que se mantienen las visitas guiadas para los turistas extranjeros, con la asistencia de nueve guías, quienes dominan varios idiomas.
Apoyo
Oriana Velore, en representación de Procigar informó que esa entidad seguirá apoyando las iniciativas del Ministerio de Cultura y por consiguiente del Monumento a los Héroes de la Restauración, ya que es el símbolo o sello distintivo de Santiago.
Historia
El Monumento a los Héroes de la Restauración fue una iniciativa de la Era de Trujillo y surgió con la intención de rendir pleitesía al tirano, pero posteriormente se le cambió el nombre por el que tiene en la actualidad.
A pesar de que fue construido en el 1952, nunca se habían elaborado los planos de la obra.
El diseño fue de Henry Gazón Bona, mientras que el constructor fue el ingeniero Mauricio Álvarez Perelló.