SANTO DOMINGO. Ruth Capellán está afanada. Apenas han pasado dos días de que zozobrara la embarcación en la que iba acompañada de ocho personas hacia Los Haitises. A la mañana de hoy, todavía no tenía información del cuerpo de Alberto Santiago Rivera Núñez, su esposo, y padre de su hijo de tres años de edad.
No tiene esperanzas de que lo puedan encontrar con vida. “De ninguna”, afirma. “Ahora mismo me llamaron que tienen helicópteros buscando y embarcaciones”.
Alrededor de las 10 de la mañana del pasado domingo, la yola en la que se trasladaba zozobró. Ese día había una restricción de salida de embarcaciones menores, emitida por el Centro Operaciones de Emergencias (COE), debido a los efectos de una onda tropical que incidía en el territorio. Ruth indica que esto no impidió que el guía hiciera el viaje.
Salieron de Varadero de Pueblo Arriba, en la provincia María Trinidad Sánchez, rumbo a Los Haitises. Según ella narró a las autoridades, cuando tenían una hora navegando, empezó a llover torrencialmente y a registrarse un oleaje anormal, que provocaron que la embarcación empezara a llenarse de agua y se volteara, quedando todos a la deriva, en la zona llamada La Pesquera.
Ruth cuenta a Diario Libre que junto al guía de la yola, Petilio Núñez, nadó por espacio de cuatro horas, apoyada de un palo que flotaba en las aguas, y le tomó alrededor de cuatro horas más caminar hasta llegar al pueblo de Sánchez. Allí fue atendida e informó el suceso, iniciándose la búsqueda de los demás.
“Estaba desgastada totalmente, sin fuerzas”, recuerda. “Yo salí gracias a él (al guía) porque si no, yo no conocía la zona, no iba a poder llegar al pueblo”.
Los pasajeros de la embarcación eran cuatro parejas más el capitán. La Armada de la República Dominicana ha reportado el encuentro de los cadáveres de Carla Reyes, Rosanna Vargas y Milkeya Vargas.
Ruth no descarta acudir a terapia sicológica para superar la tragedia. “Vamos a ver qué nos depara el futuro, pero entiendo que debo someterme (a tratamiento)”, concluye.