En Ferrari están como locos por volver a ganar. La ansiedad se ha apoderado de la escudería del ‘Cavallino’, sobre todo, desde que Red Bull les ha superado claramente en rendimiento desde hace ya unas cuantas carreras.
Y aunque se dice que ‘segundas partes nunca fueron buenas’, el equipo transalpino tiene claro el enfoque de su plantilla de cara a la próxima temporada. Ahí es donde las reuniones que mantuvieron la semana pasada, tanto el presidente de Ferrari (Sergio Marchionne) como el director del equipo (Maurizio Arrivabene), se dirigieron hacia una misma persona: Ross Brawn.
La figura de Brawn es esencial en las nuevas previsiones de Ferrari para 2017. Sin duda, con intenciones de repetir esa época gloriosa en la que el ingeniero británico triunfó con Ferrari junto a Michael Schumacher.
No obstante, las intenciones de Brawn son muy distintas. La ‘Scuderia’ pretende que el rol de Brawn sea el de asesor, ya que el británico no estaría dispuesto a viajar durante el año a todas las carreras ni de tener la responsabilidad de antaño a tiempo completo. Aun así, las primeras negociaciones han resultado ser infructuosas.
En una reciente entrevista con Sky, el británico reconoció que no considera volver a la acción con ningún equipo: «Por mi naturaleza, cuando yo estaba involucrado en la Fórmula 1 era estar 24 horas al día, los siete días a la semana, y no estoy seguro de que quiera hacer eso otra vez. Nunca digas nunca a ese tipo de cosas, pero estoy bastante contento haciendo lo que estoy haciendo. Y no hay nada que me motive o me haga estar interesado en volver».
Pase lo que pase, los del ‘Cavallino’ no cesarán en el empeño (al menos de momento) por fichar a Brawn, un nombre que para ellos es sinónimo de éxito, dado sus triunfos con Benetton, Brawn GP y Mercedes.