Nos tienen muy bien acostumbrados. Muy pocos países tienen el privilegio de ver los primeros pasos de los monoplazas de la Fórmula 1 cada año, de analizar in situ sus diseños iniciales y de comprobar su estado de forma de cara al comienzo del Mundial. Y España tradicionalmente ha sido uno de ellos, incluso algunos años por partida doble con Montmeló y Jerez. Sobre todo el trazado catalán es una parada obligada de la pretemporada de cada año, pero eso podría cambiar…
O al menos es lo que quiere Pirelli, llevarse los test invernales a otros sitios en los que el invierno lo sea menos. Prefieren correr en circuitos bien conocidos por todos y en los que el calor acompañe para tener los mejores datos posibles de sus neumáticos, esos que a veces el clima español en febrero hace difícil conseguir. «Preferimos ir a un sitio como Bahrein o Abu Dhabi. Las temperaturas serán representativas y conocemos las pistas muy bien», dice Paul Hembery en una entrevista con la web oficial de la F1.
Y es que, ante los enormes cambios que se avecinan tanto en los coches como en los neumáticos, los test del 2017 se antojan más importantes que nunca. En ellos, Pirelli debería correr con la versión definitiva de sus compuestos, pero quizá necesiten hacer algunas correcciones: «Si tenemos sorpresas, si los coches son muy diferentes a lo que habíamos previsto, tendremos que reaccionar. Cuando tengamos unas buenas pruebas de invierno sabremos por anticipado los cambios que serán necesarios».
Antes de esas pruebas invernales, ya habrán hecho unas primeras con algunos equipos de la parrilla como Ferrari, Mercedes o Red Bull, algo que Hembery niega que les dé ventaja sobre el resto. «No creo que haya ninguna desventaja. Todos los equipos que no prueben tendrán acceso completo a los datos y los tres equipos que lo hagan ni siquiera sabrán lo que están poniendo a prueba, probarán a ciegas», asegura el jefe de la marca italiana. Pirelli y los test. ¿Nos quitarán el privilegio de tenerlos en España?