En el segundo turno de la Pista 1 (hacia las 16:00 horas, tras Simona Halep-Madison Keys), Carla Suárez enarbola la que puede ser última esperanza española en este Wimbledon: se trata de arrancar el billete de cuartos de final de esas tremendas manos o mazas de Venus Williams que aún son capaces (en este mismo torneo), de disparar saques a 194 km/h.
Suárez nunca ha rebasado en el All England la cota de octavos de final. A sus 36 años, Venus es la jugadora más veterana en este torneo.
Fatiga
Así las cosas, y si Carla Suárez impone su ritmo en el juego de pista, la fatiga de la mayor de las hermanas Williams puede ser un factor decisivo: frente a Sakkari y Kasatkina, sus no muy ilustres rivales en las dos rondas previas, Venus ha pasado en pista seis sets, cinco horas y siete minutos. Venus Williams fue cinco veces campeona de Wimbledon entre 2000 y 2008. En 2009 batió claramente a Suárez en este mismo escenario. “Diferentes días, diferentes años, diferentes torneos. Ante Carla tengo que ir a romper la banca, y ya veremos qué pasa”, reflexiona Venus Ebony Starr Williams, hoy bastante parecida a una altiva princesa de los masai de Kenia.
Suárez ha ganado tres de seis duelos con Venus: dos, en pista dura. Uno, tan señalado y reciente como el de cuartos de final en el Miami Open en 2015 (Venus volvería a ganar después, en Wuhan). La misma Williams da pistas: “Romper la banca”, con saques-obús, restos adelantados y tenis directo. Enfrente estará el ritmo de pista que ha dado a Carla seis triunfos en ocho partidos sobre hierba en 2016. Y más allá, los cuartos de Wimbledon.