Estar en el kárting. Eso le hace sonreír. Alonso es siempre amable, cordial, y ahora está mucho más metido en lo suyo. Y lo suyo es mejorar el McLaren Honda y empezar a ser competitivo. Y poco a poco lo va consiguiendo, pero mientras vuelve a ilusionarse con la intención de estar delante no para de pensar, desarrollar y protagonizar nuevos proyectos. Y el que más ilusión le hace es el kárting que tiene en Asturias y todo lo que se está haciendo allí. Hace poco le preguntaron por su estado actual y sorprendió el final de la respuesta: “Tengo todo lo que he soñado y mucho más: mi proyecto en el circuito de Asturias, el campus de verano con 122 chavales, la escuela de kárting, 600 niños que han pasado por allí en dos meses y más de 3.500 que han estado en el proyecto de seguridad vial en los colegios asturianos”. Y es que el trabajo que se está haciendo es impresionante y Fernando tiene a sus mejores hombres y mujeres, como su padre, su hermana y sobre todo Luis García Abad al frente del proyecto. En el campus que se celebra ahora los chavales tendrán oportunidad incluso de recibir clases del campeón. Pero también de disfrutar de un circuito con 29 trazados diferentes y hasta 1.800 metros. Y en la seguridad vial, solo en el primer mes niños y niñas de ocho y nueve años de 15 colegios y más de 700 en el curso teórico y al final, más de 3.500 alumnos. Alonso quiere devolver parte de lo que le ha dado la vida. Y está en ello.