SANTO DOMINGO. El recién designado nuevo arzobispo de Santo Domingo, Francisco Ozoria Acosta, ha trabajado en favor de la comunidad migrante y descendiente de haitianos. Apoyó la defensa del expárroco de San José de Los Llanos, Christopher Hartley, a quien sectores cuestionaban su labor con los trabajadores de la industria azucarera.
Hartley, un sacerdote anglo-español, colaboró en bateyes de la República Dominicana entre 1997 y 2006, y criticó sus condiciones de vida. Expresó su interés de mejorar las formas de trabajo de los haitianos en el sector azucarero y documentó la situación en la película “El precio del azúcar”. Sectores lo acusaron de promover la haitianización del país.
En julio de 2005, Ozoria, en calidad de obispo, y todos los sacerdotes de la diócesis de San Pedro de Macorís, expresaron su apoyo a Hartley. Manifestaron que contaba con su respaldo en la labor que realizaba “en contra de la explotación, la violación a los derechos humanos y la discriminación racial en los bateyes de la zona”.
Afirmaron que las amenazas y actitudes ocultaban las causas y razones de las agresiones contra el sacerdote.
Meses más tarde, en noviembre, un día después de la publicación de la Carta Pastoral de la Conferencia del Episcopado, que trató la situación de los haitianos que viven en la República Dominicana, Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez -a quien sustituirá Ozoria- fustigó a los “hermanos sacerdotes” extranjeros que han denunciado en foros internacionales un supuesto maltrato en bateyes. Calificó las denuncias de abuso y atrevimiento.