El primero fue Max Verstappen, en los primeros entrenamientos del viernes. El joven se quejó. Pero la mayor parte del paddock y el resto de sus compañero lo achacaron al estilo agresivo del piloto de Red Bull. Sin embargo, él solo fue el primero porque también le ha pasado a Nico Rosberg, Checo Pérez y en la calificación a Daniil Kvyat, en un accidente que pudo ser terrible, aunque finalmente no tuvo consecuencias.La cosa es que después de los muros de Bakú, que no tuvieron excesivas consecuencias con pocos accidentes y los pilotos muy cautos, aquí en el Red Bull Ring han puesto pianos más altos y la famosa ‘banana’ amarilla, que actúan como una acera y los coches al tocar ahí hacen que el piloto pierda el control del coche y se produzca un accidente. Además los coches rompen la suspensión. Se espera que los pilotos que quejen en el meeting de la tarde y decidan cambiarlos, pero no es algo que la FIA esté dispuesta en principio a hacer.
Los pianos de Austria, peor que los muros de Bakú
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