Pese a que las tenistas piden a sus marcas que la ropa con la que juegan sea cada vez más ligera y transpirable, lo cierto es que con esta edición de Wimbledon ha llegado la polémica, ya que algunas jugadoras se han quejado de lo cortos que son los vestidos y del vuelo de los mismos, ya que las faldas suben hasta por encima de la cintura llegando a dificultar el golpe. Tanto ha sido así que la propia marca les ha mandado una circular a las deportistas para decirles que devuelvan sus atuendos para que estén arreglados de cara al torneo.
En el gráfico vemos cómo han evolucionado a lo largo de los años las equipaciones de las tenistas, influidas por el cambio también en el juego, que requiere una mayor flexibilidad y ligereza por parte de la ropa.
No obstante, el juego no es lo único que ha condicionado el vestuario de las deportistas de la raqueta, sino también el hecho de que ellas mismas sean iconos de moda. Y es que para igualar en ingresos a los tenistas masculinos, las componentes de la WTA han de tirar mucho de los patrocinios, quienes agradecen su cuidado cuerpo a la hora de lucir desde vestidos hasta joyas, bolsos personalizados o relojes. De hecho, no es extraño verlas salir maquilladas y muy arregladas a las canchas, así como acudir a diferentes alfombras rojas a lo largo de la temporada.