La federación británicade naciones ha sido expuesta a un referendo para decidir si continuaba o no siendo parte de la Unión Europea y, aunque el mecanismo electivo no es vinculante y no obliga a ser instrumentada, la decisión se encamina en esa dirección por razones muy claras
La primera y más visible de las razones ha sido el tema de la afluencia indetenible de inmigrantes que van al Reino Unido en busca de oportunidades de trabajo y, algunos, huyendo de la violencia políticay económica de sus países de origen.
La migración, era tolerada con la clásica paciencia inglesa porque han tenido que estar permitiendo la llegada de miles de ciudadanos de la antigua Commonwealth.
Pero ahora, aunque se entiende que tienen la obligación moral de recibir a los ciudadanos que fueron sus súbditos, que sus ancestros vivieron y trabajaron para ellos, la situación cambia drásticamente con los refugiados que provienen de la guerra de Siria y la violencia en los países subsaharianos.
Son los refugiados que han inundado a Europa por tierra y mar, produciendo una crisis que, de alguna manera, se ha ocultado al mundo; dejando ver solo destellos inocultables de las tragedias humanas que han venido sucediendo.
Y, mientras la marea de refugiados se iba incrementando, la burocracia de Bruselas hacía honor a su indiferencia y desidia burguesa y capitalista, hasta que decidieron asignar cuotas de refugiados a ser acogidos por los países europeos.
Se asignaron varios miles a esos ciudadanos de categoría inferior a países que no han sido parte de las fronteras de la unión y que sentían esa crisis como un problema de sus vecinos.
Y ahí, comenzó a romperse la baraja; porque algunos comunitarios comenzaron a poner excusas de todo tipo para no recibir a esos invitados indeseados.
Desde la falta de espacio de acogida, hasta el peligro de recibir a terroristas peligrosos con agendas violentas del terrorismo yijadista.
Y no estaban equivocados. Varios lo han pagado con sangre en atentados horrorosos y sangrientos.
Pero ahí no paraba la cosa.
La crisis de las casuchas del entorno de la entrada del tren que cruza elEuro túnel en Francia, más los ataques sexuales a mujeres en Alemania, los cientos de muertos tratando de alcanzar la isla italiana de Lampedusa y los ataques terroristas en Bélgica y Francia, llenaron la copa a rebosar.
Muchas sociedades, comenzaron a pensar en defender sus fronteras y sus espacios vitales, y los movimientos políticos los siguieron, como no podía ser de otra manera.
Los británicos, que han estado a medias en la Unión Europea, han decidido, por una mayoría precaria, pero mayoría al fin, no continuar en el Espacio Schengen.
Prefieren cerrar sus fronteras y volver a los visados para todos los viajeros que lleguen a sus límites territoriales.
Y su razón primaria ha sido la inmigración ilegal que ha contribuido a arrabalizar sus espacios y a afectar las actividades económicas, abaratando la mano de obra, creando hacinamientos que amenazan con evolucionar hacia guetos, llevando delincuencia a donde no la había, y demandando servicios que no pagan.
El clamor de la ciudadanía, alcanzaría al número 10 de Downing Street y al mismo palacio de Buckingham, y surgió la iniciativa del referendo para ir abriendo una vía de solución.
El Primer Ministro Cameron, se decidió por esa herramienta de la democracia para escuchar a su pueblo, aunque estaba en contra de la salida de su comunidad de naciones de la Unión Europea.
Y el pueblo del Reino Unido, le ha dado su respuesta. Una mayoría de ciudadanos de Inglaterra, Gales, e Irlanda han votado a favor de su salida de la UE, mientras la comunidad de Londres,Escocia e Irlanda del Norte, ha predominado la permanencia en la UE.
Como la victoria del brexit ha sido tan ajustada, se vislumbra el riesgo de fractura de la comunidad británica que tradicionalmente ha venido enfrentando la secesión de los irlandeses del norte.
No obstante, los ciudadanos del Reino Unido, nos acaban de dar una lección que deberíamos asimilar los dominicanos.
Porque debería haber más temor o cuidado de salir de una asociación que le ofrece muchas ventajas al Reino Unido, aunque, también le ofrezca desventajas o peligros. Pero la mayoría acaba de votar salir de ese espacio beneficioso.
¿Y nosotros qué esperamos para salir de la OEA y de la enfermiza relación con Haití y el Caricom?
Esas comunidades solo nos ofrecen desventajas, amenazas y ofensas.
La OEA no ha hecho más que agredirnos y apoyar alos que nos agreden desde siempre.
El Caricom, pudiendo ser un buen socio de negocios, ha elegido la diatriba y los ataques amparados en su raza negra, como si fuéramos blancos.
Y de Haití, no hay nada que decir que no se haya dicho ya reiteradamente.
¿Se necesita un plebiscito o referendo para darle el valor que no han tenido los funcionarios para aplicar las leyes migratorias y cerrar la frontera?
Pudiera ser.
Aunque Wally mande a buscar las cañoneras y vuelvan a traer a la 82 División Aerotransportada.
Si los enfrentamos aquella vez, ¿qué debemos temer ahora?
Salgamos de esas tóxicas relaciones.
Tomemos el ejemplo del pueblo del Reino Unido que, aunque dividido, ha decidido resolver el control de sus fronteras y la migración sin control de los refugiados.
¿Qué es inhumano?
Venga de decírselo a los dominicanos que ven robados sus espacios y los servicios que pagan y no reciben, porque los buenos vecinos ocupan todo.
A aquellos que han recibido contagios de miasmas que habían desaparecido de nuestro territorio.
Dígaselo a los que cada día ven reducirse los espacios boscosos del país.
¿No es inhumano que la población de un país, venga a arrebatarles sus derechos a los dominicanos?
Los ejecutivos dominicanos, ¿temen que les quiten las visas o que se abran investigaciones sobre la impunidad de prevaricadores y cómplices de traficantes ya denunciados por los “pájaros cantores” extraditados?
Debería avergonzarles, que su mentor, líder y guía, Joaquín Balaguer, nunca temió, vaciló o negoció la soberanía nacional.
Y recibió todos los ataques y amenazas que la hipocresía diplomática permite. Y las que no permite también.
¿Tiene mieo?