Por Felix Jacinto Bretón
(“Cuando me preguntaron sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de la bomba atómica yo sugerí la mejor de todas: La paz”. Albert Einstein (1879-1955) Científico alemán nacionalizado estadounidense).
El mundo acaba de vivir un acontecimiento de significativa relevancia: la histórica firma del cese bilateral del fuego en la hermana República de Colombia luego de más de 50 años de guerra que costó millares de vidas y pérdidas económicas incalculables.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército del Pueblo (EP) rubricaron un documento en el que se comprometieron a silenciar definitivamente los fusiles.
La firma de este acuerdo -sin precedentes en la historia de América Latina- contó con la presencia de Juan Manuel Santos, presidente colombiano; Nicolás Maduro, de Venezuela; Michelle Bachelet, de Chile, y Danilo Medina, de Rep. Dominicana que, a su vez, es también presidente pro-tempore de la CELAC.
Pero también fueron testigos de este acontecimiento el secretario general de la ONU, Ban Kin-moon, asi como otros altos dignatarios, funcionarios y destacadas personalidades tanto de Sudamérica, Centroamérica y otras latitudes del mundo.
Un paso correcto!
Ha sido un paso acertado por parte de la guerrilla revolucionaria. Estamos viviendo otros tiempos. Colombia no sufre una dictadura. Es decir, que le iba a ser imposible a las FARC-EP alcanzar el poder por medio de las armas.
En este caso –para mi- no ha habido ni vencidos ni vencedores, como bien lo apunto Timochemko, el máximo líder de la guerrilla, en sus palabras durante la firma. En 52 años, las autoridades no pudieron derrotar a los combatientes revolucionarios pese a haberle asestado duros golpes.
Que sea bienvenida la paz en el país sudamericano y que los militantes de la FARC-EP sigan la lucha, desde otras trincheras, para alcanzar una sociedad, una nación, un mundo mejor, como sé que son sus propósitos.
Las palabras de Raúl
Quiero compartir con ustedes las palabras pronunciadas por el presidente cubano Raúl Castro, durante la firma de este acuerdo en La Habana, al mediodía del jueves último:
El 19 de noviembre de 2012, comenzó sus trabajos en La Habana la Mesa de Conversaciones entre el Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo.
No fueron pocos los que en aquellos días vaticinaban el fracaso, como ya había ocurrido en Colombia con anteriores procesos de paz. Sin embargo, los trascendentales acuerdos que hoy se han anunciado por la Mesa nos acercan, como nunca antes, al fin del conflicto armado que por más de cinco décadas ha sufrido el hermano pueblo colombiano.
La decisión de las partes de firmar hoy compromisos sobre cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo, dejación de las armas y garantías de seguridad, representa un paso de avance decisivo. El proceso de paz no tiene vuelta atrás.
La paz será la victoria de toda Colombia. Pero también la de toda Nuestra América. La Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) tiene, en su joven historia, el gran hito de la proclamación de esta región como Zona de Paz. El fin del conflicto armado en Colombia será una nueva demostración del firme compromiso de nuestros pueblos contra el uso y la amenaza del uso de la fuerza y a favor de la solución pacífica de controversias. Ante las diferencias, diálogo. Ante los retos, concertación.
El logro de la paz en Colombia será también esperanza para millones de personas en el planeta, cuya principal preocupación sigue siendo la supervivencia en un mundo convulsionado por la violencia y las guerras.
La paz no es una utopía. Es un derecho legítimo de cada ser humano y de todos los pueblos. Es una condición fundamental para el disfrute de todos los derechos humanos, en particular, el derecho supremo a la vida.
Estimados participantes e invitados:
El compromiso del pueblo y gobierno cubanos con la paz de Colombia ha sido y será permanente, fieles al legado martiano de que “Patria es Humanidad”.
Cuba, en su condición de garante y sede de estas conversaciones, seguirá brindando las facilidades necesarias y contribuyendo en todo lo posible al fin del conflicto, con modestia, discreción y profundo respeto a las posiciones de las dos partes.
Quisiera concluir felicitando al gobierno de Colombia y a las FARC-EP. Ambas partes han trabajado sin descanso, con seriedad y compromiso, para lograr los cruciales avances anunciados hoy.
Quedan aún importantes y difíciles cuestiones pendientes en la Mesa de Conversaciones, pero somos optimistas. Estamos más convencidos que nunca de que el futuro de Colombia será la paz. (hasta aquí).
Adiós a la guerra…en Colombia!
Seguimos en combate…hasta la victoria siempre!