Es una de las estrellas del motor en Estados Unidos. Lleva desde el 2000 compitiendo en la NASCAR, campeonato que ganó en 2004 y en el que ocupa el segundo lugar este año, y ha sido respirar Fórmula 1 y entrarle ganas de probar su adrenalina. Kurt Busch estuvo presente en el pasado GP de Europa en Bakú como invitado de Haas, equipo para el que corre en América. Se le vio en el box estadounidense e incluso se subió al VF-16, algo que quiere repetir pero en movimiento.
«Me gustaría tener la oportunidad, pero por ahora esto es una visita, una experiencia cultural, y también he venido para mostrar a Gene (Haas) cuánto me gusta el automovilismo y lo mucho que le respeto por lo que ha empezado aquí», dice el de Las Vegas en palabras recogidas por ‘Motorsport’ sobre la oportunidad de conseguir un test. De hacerlo, no sería su primera vez en un monoplaza. Ya compitió el año pasado en la Indy 500 de la IndyCar, siendo sexto, y ayer martes probó uno en el Yas Marina de Abu Dabi.
Le encantaría, sin embargo Kurt sabe que la F1 es muy codiciada y es una realidad muy difícil que se cumpla a sus 37 años: «Nunca se sabe qué puente te puede llevar al siguiente. Estar delante de la gente ayuda si hay una oportunidad. Eres la novedad con un viaje, luego eres la novedad con unos test… Pero es difícil. ¿Sólo hay dos coches por equipo y dónde hay un paseo disponible en la F1? No lo hay». Los test de Silverstone serían una buena ocasión, pero hasta en Haas tiene a alguien por delante: Charles Leclerc.