Rosberg supo solucionar el problema y Hamilton no

Una vuelta tras otra Lewis Hamilton intentaba que sus ingenieros le ayudaran a resolver un problema que su compañero Nico Rosberg pudo solventar en poco tiempo. “Lo padeció Hamilton un poco antes, pero también dos vueltas después lo tuvo Nico, fue un problema con los botones del volante, había una manera de cambiar esos ajustes en el panel de control, pero no lo podíamos comunicar a los pilotos y hubo un buen rato de confusión. Hay que decir que Lewis tardó un poco más en poder solucionar el problema que tuvimos en los dos coches”, dijo después de la carrera Toto Wolff, el jefe de Mercedes.

Lo cierto es que Hamilton estuvo más de doce vueltas con el asunto. Su ingeniero le decía que tenía que cambiar el modo de puesta a punto que tenía. “No sé a lo que te refieres, no sé qué hay mal. Estoy mirando el panel cada cinco segundos para ver qué está mal y no lo se”, decía el campeón del mundo. “Solo hay un ajuste que no es correcto”, le respondían. Ya casi al final el inglés perdió la paciencia: “Voy a cambiarlo todo”. Pero le tranquilizaron desde el muro: “No lo hagas, no te lo aconsejo”.

La cosa es que el británico tenía menos potencia de la que se obtiene de su unidad de potencia Mercedes y pese a eso era más rápido que la mayoría de los coches, pero tampoco podía acercarse a los lugares de podio que era su objetivo para esta carrera: “Ni idea. Hay como 16 posiciones distintas, 20 combinaciones o más, solo veía que tenía menos potencia, pero ni idea de cómo hacerlo”. ¿Cómo se arregló entonces? Sincero Hamilton: “Ni idea, se solucionó solo”.

Y a todo eso su compañero seguía de paseo por Bakú manteniendo a distancia a Vettel y con las cosas mucho más claras. “Tenía que volver a hacer el mismo ajuste que ya había hecho unas vueltas antes y lo tuvo más fácil”, decía Wolff, diplomático de carrera. Hamilton esta vez se supo conformar con lo que tenía y tampoco quiso hacer grandes alardes: “No tengo tantos motores disponibles para lo que queda de temporada y tenía muy lejos a Checo y Raikkonen y mucha ventaja por detrás, así que intenté cuidar la unidad de potencia”.

Y tuvo un peor resultado que Rosberg que sí sabía como arreglar la avería: “Por la radio no nos lo pueden decir, solo que algo no funciona, pero yo sentía que faltaba potencia en el coche, apreté el botón que tocaba y el coche de nuevo volvió a ir fantástico”, reconocía. Decíamos ayer, que a veces el trabajo es mas importante que el talento. A veces…

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