En la inmensa recepción de este hotel de cinco estrellas alguien habla español, saluda, estrecha la mano y ofrece su ayuda. Le ofrecieron trabajar en Bakú, llego, vio, le convenció y aquí lleva un tiempo como director de uno de los hoteles más importantes de la ciudad y el centro neurálgico del gran premio de Fórmula 1: el Hilton de Bakú. Su nombre es Marco Cogollos, valenciano y uno de esos españoles por el mundo que viven en esta antigua república soviética.
Azerbaiyán es un país que lucha por vivir en el siglo XXI, pero que tiene retazos de los años ochenta y Bakú, una ciudad con edificios que podrían estar en Nueva York o Singapur, pero con una parte interior digna de ciudades subdesarrolladas del norte de África. Convertirse en sede de grandes eventos, tanto del mundo del espectáculo como deportivos, les está sirviendo para darse a conocer y como motor de desarrollo.
«No hay una cifra que yo conozca, seguro que lo tienen cuantificado, pero lo que está claro que es que estamos en una ciudad desconocida que gracias a la Fórmula 1 se ha puesto en el mapa y ahora 600 millones de personas saben donde está Baku, y conocen Bakú porque se muestra lo mejor de la ciudad en el circuito urbano. La zona del boulevard, los edificios más icónicos de la ciudad… Y todo eso ayudará para el desarrollo de una ciudad y un país que es fantástico», nos cuenta Marco.
Por supuesto, como director de un Hilton muy especial, es un edificio inmenso y con unos estándares de lujo similares a los de Conrad, la firma de cinco estrellas de la cadena, está feliz con la F-1: «A nivel hotelero nos ha venido muy bien, para ser la primera vez que se organiza la carrera ha funcionado todo bastante bien. Además hemos sido elegidos como media center y eso siempre es algo muy bueno para un hotel».
En cuanto a los precios, han subido claro, pero menos. Eso nos dice. «Sí, hemos subido, pero comparativamente con otros sitios es extremadamente barato estando en mitad del circuito. Normalmente una habitación son unos 120 euros y este fin de semana en torno a los 300, pero en sitios como Singapur te piden 500 o 700 en un hotel como este», explica.
Aquí estaba alojado Alonso y Sainz, a los que han tenido como invitados especiales. «He podido conocerles y también a la gente de su equipo y son gente muy sencilla y geniales en el trato la verdad. También estaba todo el equipo McLaren, Williams, Toro Rosso y algún otro piloto. Ha sido una bonita experiencia». El año que viene más. Volveremos al Hilton… al media centre, claro.