Por Leonardo Sanchez
La mula, ha vuelto al trigo. Porque hay que justificar las donaciones, y producir titulares en el momento que un Secretario de Estado norteamericano visita el país
Sí, Marino Zapete, hay apátridas en la República Dominicana que han venido desde su país sin ningún documento a reclamar que aquí se los provean.
¡Que se los regalen con dinero de los impuestos que pagan los dominicanos!
Y vienen a servir de coartada a los que vociferan en defensa de esos ciudadanos que están violando las leyes migratorias de otro país.
Sí, señor Periodista, defensor de los derechos humanos, hay muchos niños que fueron llevados al país de origen de sus padres, porque esas señoras fueron TRAIDAS al país para hacer uso de los hospitales de maternidad que no tienen en su país.
Y, alnacer en hospitales dominicanos, tenían que ser registrados como nacidos aquí, dejando de registrarlos en el Libro de Extranjería por el descuido de funcionarios venales y de políticas de conveniencia de los gobiernos de Leonel Fernández, que dejaron de cumplir con su deber por conveniencias políticas y probablemente económicas.
Y cuando se fueron, esas señoras ya paridas, luego de haber recibido los servicios de maternidad por los que no pagaron nada ni pagaron impuestos para merecerlos, tuvieron que volver a su país y SE LLEVARON SUS NIÑOS, ¡ELLAS!
También, señor defensor (¿y acusador gratuito?), hubo miles de haitianos que no fueron favorecidos con documentos en el Plan Nacional de Regularización, porque en su país no les proveyeron de los documentos mínimos que eran necesarios para optar por los beneficios del plan; porque para usted llamarse Jean Pierre, ¡tiene que decirlo un documento!
Y a los que se los entregaron, ¡se los vendieron! Mientras a otros, ¡se los cobraron y no se los entregaron!
Entonces, unos pudieron acogerse al PNR y los otros no.
¡Un plan impuesto por el chantaje internacional!
Otros miles de esas personas, nunca hicieron las mínimas diligencias para acogerse al PNR, porque fueron aconsejados por sus ONG’s favoritas para que no lo hicieran, mientras otra cantidad solo se escondía para quedar formando la legión de apátridas necesarios para mantener la presión.
¿Cuántos delincuentes de los fugados adrede vinieron sin nada, a buscar su residencia dominicana y a limpiar su expediente con solo decir quese llamaban como les dio la gana?
Resulta, inefable señor, que los haitianos no tienen documentos en su país, pero sus autoridades no son denunciadas por los defensores de los derechos humanos por esa grave omisión.
Y comunicadores como Usted, conociendo esos hechos, lo omiten deliberadamente.
Mucho tiempo habían guardado silencio, esperando la caja de resonancia que provee la celebración de la reunión de la entelequia americana de colonias genuflexas. La OEA.
Y sí, la JCE hizo bien en cambiar la Cédula de Identidad y Electoral, para poder eliminar los miles de esos documentos que circulaban, y circulan todavía, en manos de extranjeros que fueron favorecidos por malos dominicanos que, por dinero o filiación como la suya, se los emitieron con nombres de dominicanos, que no saben que sus nombres circulan en manos de extranjeros ilegales, incluidos renombrados y peligrosos delincuentes y criminales.
¿De cuáles repatriaciones hablan usted y los “organismos internacionales”, si el embajador del miedo no las ha permitido?
Las deportaciones, que impone la ley, con o sin Plan de Regularización, no han sido realizadas porque ese embajador no lo permite, coaccionando a las pusilánimes pseudoautoridades dominicanas quesolo sirven para organizar la prevaricación y el robo de los recursos públicos.
El mismo diplomático entrometido, ha sido capaz de ir a los pasos fronterizos a presionar a los militares dominicanos para que no impidan el paso a los cientos de miles de ilegales indocumentados que vienen a cruzar la frontera a convertirse en apátridas sin documentos.
Porque esa fue, es y parece que seguirá siendo la verdad; los haitianos vienen sin documentos desu país a convertirse en “dominicanos”, que no hablan dos palabras en castellano, pero reclaman nacionalidad, y no ciudadanía, que tampoco les corresponde.
Porque, señor humanitario, esos haitianos, vienen con una mano delante y otra detrás, a arrebatarle los derechos a cientos de miles de dominicanos que sí tienen sus documentos y sus derechos a servicios escolares, atenciones médicas y oportunidades de trabajo porque pagan sus impuestos cuando compran y trabajan.
¿Por qué usted y los “organismos internacionales” no reclaman por los cientos de miles de Ninis dominicanos?
Esos que tienen que ver cómo los haitianos se quedan con sus escuelas, hospitales y fuentes de trabajo.
Y, además, según usted y otros haitianófilos, esos dominicanos Ninis deben pagarle los documentos a esos haitianos que vinieron de su país con una mano delante y la otra detrás.
Además de proveerle de escuelas y hospitales.
Y ver cómo les dan los puestos de trabajo en hoteles y otros lugares, porque no es solo la agricultura y la construcción.
¡Y eso a usted le parece bien y normal!
No señor Zapete, así no.