Hay que ser un tipo especial para pilotar con un muro al lado a más de trescientos cincuenta por hora, pero más aún para reírte recordando lo bien que lo pasas. Así hablaba Carlos Sainz de este circuito de Bakú: “Ha sido un reto para todos nosotros, ya que era la primera vez que pilotábamos en esta pista. Es un circuito de alta velocidad con los muros muy cercanos y pequeñas escapatorias, lo cual requiere tener una precisión y concentración perfecta. Las largas rectas de aquí también te hacen rodar con poca carga aerodinámica en un circuito urbano, lo cual es algo nuevo en la Fórmula 1. Por lo tanto, ha sido un día interesante. En general, hemos logrado pasarlo, más o menos, sin problemas y hemos aprendido mucho”.
Y es que Sainz está encantado en Bakú: “Estoy satisfecho con este circuito, me gusta. En la realidad es mucho mejor que el simulador: los muros en el simulador son transparentes, mientras que aquí tienes la emoción de rodar cerca de ellos. El impulso de adrenalina que sientes en estas calles es muy alto y me lo he pasado muy bien en pista. Es un reto divertido y estoy ansioso de cara a mañana”. Lo dicho, gente especial.