Dos personas, incluido un dominicano, mueren atropellados en Nueva York

NUEVA YORK._ Nicolás Ramírez, un dominicano de 61 años de edad y que llevaba décadas como inmigrante en Nueva York, a donde llegó en los años setenta desde Juncalito en San Cristóbal, y la señora Reyna Nelly Olivera, murieron arrollados por tres vehículos, cuando ambos estaban en la autopista Sothern State Parkway, a la altura del poblado de Wantagh, en territorio de Long Island, el miércoles en la noche, dijo la policía.

La hija de la mujer, de tres años de edad, quedó en estado crítico y fue ingresada en el Centro Médico Universitario de Nassau, donde sigue grave.

Las muertes de ambos, se produjo cuando Olivera, que conducía un carro Nissan Murano en el carril izquierdo, chocó por detrás la yipeta en la que iba Ramírez como pasajero.

Los dos salieron de sus vehículos para conversar y ponerse de acuerdo en relación al choque, pero en ese momento, Ramírez fue atropellado por un conductor que iba a toda velocidad.

El golpe fue tan fuerte que el cuerpo cayó en el otro carril, donde otro vehículo también le dio, rematándolo.

La mujer que había sacado la hija del interior del carro para no dejarla sola, fue golpeada de igual modo por el primer carro que atropelló al dominicano, junto a la niña.

Familiares de Ramírez, dijeron rotos por el llanto que como fanático del equipo de Grandes Ligas Piratas de Pittsburgh, iba a ver el juego entre esa novena y los Mets de Nueva York, encontrando la muerte en la carretera.

Reina Olivera, de 33 años, residía en West Babylon (Long Island), y se movía por el carril izquierdo cuando chocó por detrás a la yipeta Honda CRV, en la que iba Ramírez, dijo la Policía Estatal de Nueva York.

Después de que ambos vehículos se detuvieron en el carril de la izquierda, Olivera, que sostenía a su hija, y Nicolás Ramírez, que era pasajero en el Honda, bajaron de sus coches para inspeccionar los daños.

Los dos estaban intercambiando información cuando el conductor de un Toyota Corolla golpeó al dominicano, la mujer y la niña, e hizo que el chofer de un Honda Accord también impactara a las víctimas, que estaban de pie en el pavimento.

Ramírez fue lanzado en el carril Norte donde además, fue golpeado por el conductor de un Jeep Wrangler. Fue declarado muerto en la escena.

Olivera murió en el hospital. Su hija se encuentra en estado crítico en el Centro Médico Universitario Nassau.

Juana Ferreira, Onofre Corona y Gilda Ramírez, parientes y amigo de Ramírez, lo describieron como un hombre trabajador, amante de la familia y preocupado todo el tiempo por progreso suyo y el de los demás.

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